V. Almuerzo

120 14 5
                                    

—¿Sucede algo, Nii-chan?

—¿Por qué tendría que suceder algo?— le preguntó curioso a Jiro.

—Te noto... algo diferente. ¿No notas algo diferente en Nii-chan, Saburo?

El mencionado volteó a ver a sus hermanos, intentando buscar algo raro en el mayor.

—Podría decir que sus expresiones están más... ¿felices? Ichi-nii, ¿algo bueno te ha pasado últimamente?

—Eh... supongo que si me veo más feliz es por estar estudiando en esta escuela con ustedes.— dijo pasando cada uno de sus brazos por el cuello de sus hermanos para abrazarlos. Los menores rieron.

—¡Nadie es feliz viniendo a la escuela!

—Eso lo dices porque tú eres inútil para la escuela.

—Chicos, chicos, sin pelear. Mejor díganme, ¿almorzaremos juntos?

—Voy a jugar con mi club.

—Y Rosho-senpai dijo que hoy se harán los equipos para las competencias Interescolares, y quiero participar.

—¿Por qué no me sorprende?— rió —Sólo quería saber si podía ir a almorzar tranquilo con la presidenta, o tenía que cancelar para estar con...

—¿¡La presidenta!?

—¿¡Almorzaras con la presidenta (a)_____?!

—¡A esto me refería!— festejó Jiro —¡Nii-chan ha conquistado a la presidenta! Pronto nos convertiremos en personas importantes por el simple hecho de que Nii-chan es su novio.

—¿Novio? ¿De qué hablas? Solamente vamos a almorzar juntos.

—¿Y no te hace ilusión la idea?— preguntó alzando la cejas una y otra vez.

—No te negaré que es una chica muy linda y que cualquiera seria afortunado de ser su novio, pero, por ahora me conformo con ser su amigo. Muchas personas en la escuela no la quieren, ¿sabes? Ayer estuvimos hablando sobre eso y muchos la juzgan, quiero mostrarle que no todo el mundo es así.

—Como era de esperarse de Ichi-nii. Eres el mejor.

—Ya, démonos prisa o llegaremos tarde a clases.

Los tres hermanos se apresuraron a caminar los metros que faltaban para llegar a su edificio. Subieron escaleras y cada uno fue a su respectivo salón se clases.

Las primeras clases, desde la perspectiva de Ichiro, era mejor de lo que recordaba. Los maestros estaban muy bien preparados, su forma de enseñar era la adecuada y el tiempo se pasaba volando.

El timbre sonó, anunciando al alumnado que era la hora del almuerzo. Ichiro se apresuró a salir de su salón y fue hacia las máquinas expendedoras que estaban afuera del edificio; compraría una bebida para él y para la presidenta, como un presente en agradecimiento a invitarlo a almorzar.

Caminó por los pasillos hasta llegar al consejo estudiantil, sólo que tuvo que detenerse ante la escena frente a sus ojos.

La presidenta se encontraba abrazada a un chico que él no conocía. Se veían muy cercanos, se sentía incluso el cariño.

—¿Sabes lo que pasaría si me dejas? Y no hablo de hacerte la víctima, nunca haría eso... eres muy importante para mí...

—Creo que te necesitan.— dijo el chico alejándose de ella, en cuanto notó que Ichiro se acercaba a paso lento. —Debo irme.— y se fue sin esperar una respuesta de la presidenta.

Ella, pensando en que Ichiro no vio, limpió las pocas lágrimas que salieron de sus ojos hace unos momentos.

—¡Ichiro!— dijo volteando —Llegaste. Eh... hay pequeño problema con nuestro almuerzo de hoy...

「Mi Verdadero Yo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora