☪Chapter Eleven☪

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Capítulo Once
『••[Lo divertido de la venganza]••』

―¿Que es lo que buscan haciendo que Isaac quede castigado? ―pregunté mientras destruía el sándwich que estaba por almorzar―

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―¿Que es lo que buscan haciendo que Isaac quede castigado? ―pregunté mientras destruía el sándwich que estaba por almorzar―. Ellos son alfas, son poderosos. No entiendo por qué en vez de hacer un espectáculo en la escuela, no atacan directamente.

Me había saltado del castigo ya que Harris se había negado a creer que una chica delgada y pequeña, pudiera ayudar a golpear a un chico más grande y musculoso. Harris era un idiota, las chicas también podíamos hacer daño, yo podía hacer más daño que Isaac.

Scott sujetó mi mano para evitar que siguiera atacando a mi almuerzo. Me sentía impotente, yo podía ayudar, pero no quería exponer mi condición de bruja al enemigo.

―Creo que intentan molestar a los lobos de Derek.

Scott bajó la mirada hacia nuestras manos unidas, no se sentía incómodo. Por alguna razón se sentía bien, como si lo hubiéramos hecho siempre y no desde hace una semana.

Pensé en lo que acababa de decir. Tenía lógica. Primero tomaban a Erica y a Boyd, luego a Cora, la hermana perdida de Derek. Y ahora los gemelos buscaban molestar a Isaac.

―Isaac me agrada ―murmuré bajito―, no quiero que salga herido, no quiero que ninguno de ustedes salga herido. Nunca me había sentido tan aceptada por personas que no fuese mi familia.

―Oye, oye ―Scott dio un pequeño apretón a nuestras manos unidas―, está bien ¿De acuerdo? Nadie va a salir herido, una manada se mantiene fuerte cuando todos estamos juntos, y lo estamos Hope.

Me quede con esa frase, por qué Scott me estaba incluyendo en su manada, me estaba dando un lugar entre los suyos.

―Si, estamos juntos ―susurré y dejé un pequeño beso en su mejilla―. Gracias, Scotty, por confiar en mi.

Scott estaba por decir algo, pero escuchamos gritos a lo lejos, Allison estaba diciendo el nombre de Isaac de una manera tan desesperada que supimos que el chico estaba fuera de control.

―Vamos ―apresure a Scott.

Tomé mi bolso y corrimos hacía el origen del sonido.

El pasillo estaba desierto, una máquina de sodas tapaba la puerta del armario del conserje y dentro, escuchábamos los gruñidos de Isaac y las súplicas de Allison.

Scott movió la máquina y abrió la puerta, sacando a Isaac de la pequeña habitación. Mientras él se encargaba del rubio, yo fui por la chica.

―¿Estás bien? ¿Te hizo daño? ―busqué alguna herida visible, había una marca de dos garras en su brazo.

―Estoy bien, estoy bien ―murmuró ella sujetándose el brazo herido.

―Puedo encargarme de eso ¿Me dejas? ―le hice una señal a su brazo.

―Cosas de brujas ¿no? ―preguntó en un susurro bajito permitiéndome su brazo herido.

―Cosas de brujas ―asentí, coloqué mi mano con cuidado sobre su herida y cerré los ojos un momento―. Tsuminatra Et Vero, Phasmatos Et Vero ―susurré el hechizo un par de veces hasta que la herida se curó por completo.

―Wow ―susurró asombrada mirando su brazo totalmente sano―. ¿Funciona con heridas mortales?

―No, no hay hechizos para evitar la muerte, pero mi sangre puede evitar que los lobos mueran, no se si con los humanos es igual, aunque supongo que si, soy parte vampiro.

Allison no habló, por lo que las dos salimos de armario para encontrar a Isaac contra una pared, podía sentir lo aterrado que estaba.

―Lo siento, no quería hacer eso, lo siento ―se disculpó.

No sabía que trauma tenía Isaac con los espacios cerrados, pero debían de ser fuertes. Me arrodille frente a él y sonreí.

―Tranquilo, no fue tu culpa ―coloqué una mano sobre su hombro y lo apreté con suavidad―. Esos dos... comienzo a sentir los genes homicidas de mi padre.

―Ahora sabemos que quieren hacer algo más que enojarte ―Scott miró a Isaac, comenzaba a entender la seriedad del asunto―. Quieren que alguien salga herido.

Miré a Isaac y luego a Scott.

―Así que ahora vamos a hacer algo ¿no? ―pregunté. Si él no lo hacía, yo iba a hacerlo.

―Si ―contestó Scott con una mirada de determinación―. Voy a hacerlos enojar y mucho.

No pude evitar sonreir con orgullo. Ese era mi cachorro.

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Habíamos desarmado una de las motos de los gemelos, la que los cuatro creíamos que era de Ethan.

―Tenemos literatura con ellos ―tomé una de las piezas de la moto y la metí en mi bolso―. Tienen cinco minutos ¿de acuerdo?

Allison e Isaac asintieron con su cabeza y se quedaron a un lado de la moto de Aiden.

―Les enviaré un mensaje ―Allison sonrió. Era la primera vez que la veía hacer eso desde que nos habíamos conocido.

Scott asintió con su cabeza y tomó mi mano. Ambos comenzamos a caminar hacia el salón de la Srta. Blake.

Cuando llegamos apenas y comenzaba la clase.

El hombre lobo me enseñó la foto de Isaac sobre la moto de Aiden. Nos dedicamos una mirada cómplice y nos sentamos a cada lado de los gemelos, ambos sonreimos.

Scott sacó una de la piezas de la moto y la giró entre sus dedos. Miro al gemelo que tenía a su lado, Ethan.

―Parece importante ―dijo dejando la pieza sobre la mesa.

Lo imite sacando la pieza que tenía en mi bolso.

―No se donde va esto ¿Alguien sabe? ―miré al gemelo a mi lado, Aiden.

En ese momento se escuchó a lo lejos el ruido de la moto correr por los pasillos de la escuela. El gemelo malvado numero uno se levantó de la silla y salió del salón corriendo.

―Espera. Aiden ¡no! ―su hermano intentó detenerlo, pero era demasiado tarde.

El ruido se escuchó cada vez mas cerca, por lo que todo el mundo salió a ver que sucedía.

Scott, Allison y yo nos unimos a Isaac y sonreímos burlones.

Aiden estaba parado en medio del pasillo sujetando su moto y su casco.

La Srta. Blake caminó hacia él enojada.

―Tiene que estar bromeando ―dijo cuando llego frente a Aiden―. Sabes que esto terminará en una suspensión.

Los gemelos nos miraron y nosotros sonreímos aún mas. Tuve el impulso de chocar los cinco con los chicos a mi lado, pero me contuve.

Miramos a los gemelos una última vez y los cuatro nos alejamos para ir cada uno a su salón.

Hope At Beacon Hills  [Scott McCall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora