Hope At Beacon Hills [Scott McCall]

☪Chapter Ten☪

Capítulo Diez
『••[Nada es coincidencia]••』

Unos minutos después de que salimos de la morgue, la mamá de Scott lo llamó diciendo que habían encontrado a la chica desaparecida esa misma noche, con las mismas tres heridas de muerte. Así que mientras Stiles volvía a su casa esperando encontrar algo de consuelo por la pérdida de su antigua amiga. Scott y yo fuimos a mi pequeño departamento, esperando encontrar algo que nos ayudara a averiguar a que nos enfrentabamos.

Así que después de varias tazas de café, la mesa de mi pequeña cocina estaba llena de libros y mi pared estaba empapelada con notas sobre posibles hechizos que usarían sacrificios.

―Stiles y tú parecen muy convencidos de que estas muertes son sacrificios ―comentó Scott cerca de la mañana, luego de darle una explicación a su madre del porqué faltó a clases ése día.

―Reconozco uno cuando lo veo ―murmuré observando mi "pared de lo extraño", como lo había llamado el chico lobo.

Tenía todos los datos que habíamos encontrado hasta el momento, la llegada de los Alfas, los extraños eventos del primer dia de clase y el accidente de Lydia y Allison, las muertes, el Coliseo para hombres lobos que los Alfas montaron en el antiguo banco central de Beacon Hill, las tres muertes de triple heridas mortales. Todo parecía tener conexión. En nuestros mundos nada era coincidencia.

―¿Como? ―preguntó curioso.

Me volví hacía él, por un momento tuve que recordarme que él no sabía nada sobre las cosas a las que me había enfrentado incluso antes de nacer.

―Te conté que mi vida no fue tranquila mientras crecía ―me senté frente a él y empecé a jugar con el collar con el emblema de mi familia―. Mi abuela paterna, era una bruja, prácticamente ella creó la magia negra. Tenía mucho poder, incluso estando muerta. Convenció a un grupo de brujas a que me tomarán en mi primer día de nacida y me sacrificaran, ellas lo intentaron, pero mis padres y mi tío me salvaron. Así que yo iba a ser un sacrificio humano.

Había una mirada en los ojos de Scott que solo había visto en mi familia. Él estaba sorprendido, enojado y dolido. Simpatizaba conmigo, parecía entenderme y querer protegerme.

―Los sacrificios humanos siempre han existido, Scotty ―dije con voz suave―. Sólo tienes que observar las antiguas culturas, los mayas sacrificaban humanos, al igual que los aztecas. En el viejo continente también sucedía, los antiguos celtas daban sacrificios durante el solsticio.

―¿Crees que tengan relación con los Alfa? ―preguntó él, aceptando volver al tema principal.

―No lo se, pero parece demasiado curioso que las muertes comenzarán al mismo tiempo que ellos se dan a conocer en el pueblo ―recordé un evento más que sucedió durante las ultimas semanas, por lo que lo escribí en una hoja blanca con marcador negro y lo coloqué en la pared con cinta.