Un nuevo día, bueno, no importa que día es porque siempre es una mierda.
Ayer cuando llegue a casa me encerré en mi habitación para no joder a nadie y que nadie me joda -igual me jodieron-. Hice lo de siempre. Me escape de aquella prisión a la que llamo hogar. Si fui a casa de Sateen. Un lugar en armonía. Un lugar cálido y feliz. Tan fresco de preocupaciones.
Al despertarme observe a una Sateen ya cambiada, peinada y aseada, lo primero que pensó fue "Es tarde" pero cuando encendió su teléfono eran las 6:26 am.
—Por fin despiertas, pensé que estabas muerta —exclamo Sateen.
—Dios es muy temprano, ¿a que haces despiertas? —pregunté.
—A las 6:00 am —dijo con simpleza.
—Subnormal —Murmuré.
—Ya cállate. Ve a bañarte, te deje ropa en el estante del baño —dijo Sateen antes de salir de su enorme habitación.
—¿Quién se baña en la mañana? ¡Y siendo invierno! —dije, con la cara fruncida.
—Tu. Ahora y en este momento. Salimos en media hora.
—"Salimos en media hora" —la imite, levantándome de la cama pero mi pie derecho quedo enredado con la saga haciendo que se caiga.
Joder, mi pierna.
—¿Estas bien? —dijo Sateen entrando a la habitación de manera alarmada.
—Eh... —respire— Todo bien —le sonreí, y Sateen rodó los ojos, bufo y salió del cuarto.
Fui a el baño que había en la habitación de Sateen, lavo la cara, los dientes también, me baño pero llego el momento de la ropa y ¡Baum!
—¡Sateen! —grité.
Los padres de Sateen me conocían desde que era una niña. La madre de Sateen y la mía son amigas desde la secundaria. La señora Betson -madre de Sateen- es realmente amable. Podría decir que es hipócrita cada vez que habla con mi madre, pero hablando de mi madre: ¿Quién no?
—¿Qué sucede? —preguntó mi amiga.
—Si... Esto no es mi estilo —dije mostrándole la ropa.
No, no era ser mala agradecida. La ropa de Sateen es de marca, son bastante bonitas y de buena calidad. Pero simplemente: no.
Era una blusa de tirantes pegada al torso, Jean azul holgado a partir de los muslos y unas zapatillas Vans negras.
—Te veras mas decente con eso —dijo sentándose en la cama, observándome.
—Vale. ¿Por lo menos tienes un polerón, casaca o algo grande que pueda tener encima? —me alzó la ceja—. ¡Hace frío!
—¡Odias el calor!
—¡Hace frío!
—¿Eso que?
—¡Me enfermaré!
Ella respiró cerrando los ojos. Como si aguantara las ganas de matarme.
—Te daré un polerón de mi hermano —dijo ella saliendo de la habitación, mientras que hacia puños con las manos.
Pobre tiene problemas de irá.
A veces me pregunto. ¿Cómo es que me soporta tanto?
—... ¡Oh! y te peinas —dijo desde fuera de la habitación.
Es como si tuviera el complejo de madre. Desde que cumplimos trece años es así. Tan... protectora.
—Bien —dije mirándome al espejo—. Veremos que se puede hacer.
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Anything can happen; Los Hidalgo, Los Cash, Poe Verne, Damián y Los Ross
Fanfiction;; FANFICCTION :: Aún no hay prólogo. Sólo lee esto. Instagram: gallardo_aaa Actualizaciones lentas. (Si, actualizo cuando se me da la gana.)