Capitulo 2

251 3 2
                                    

...¿Acaso me alejé más de ti?, al menos geográficamente porque en lo demás nunca hemos estado realmente juntos, ¿oh sí? quisiera escuchar tu respuesta, pero por más que trate, eres mudo, y aún no hay cura...

________________________________________

DEPARTAMENTO DE ELISE.

─Diez AM en mi despertador, que delicia no tener que levantarme a trabajar y lo mejor de todo es que hoy voy a salir a ver a una amiga ¡había olvidado lo que significaba, lo que se sentía! ...bueno ahora a desayunar, ducharme y elegir que ponerme.

La mañana de ese sábado avanzó rápido, mientras escuchaba la radio, sonó mi teléfono, algo raro porque siempre me hablan entre semana y del trabajo o de algún servicio que tengo contratado. Al levantar la bocina Nora me saludó tan alegre como aquel día en la playa.

─Señorita Gróver que gusto saludarla y comprobar que a pesar de todo, aún utiliza el teléfono.

No pude evitar soltar una carcajada ante semejante comentario y toda entusiasmada le contesté: ¡no estoy tan oxidada como parezco! que bueno escucharla Nora, ¿lista para nuestra hora del té californiano?

─Yo siempre y mejor si se trata de una amiga tan única, sólo quería confirmar antes que vendrías, tengo todo preparado para que pasemos una gran tarde y nos empecemos a conocer mejor.

─Bueno, pues yo estoy por vestirme y salir, ya que tengo una parada antes de dirigirme a su casa, no le puedo decir más, pero seguramente al llegar le gustará mi sorpresa.

─No se diga más, te dejo para no retrasarte, nos vemos al rato, cuídate mi niña, ciao.

Después de colgar, terminé de arreglarme, preparé mi bolso, abrí mi puerta mientras respiraba profundo, y muy animada salí.

_______________________

POR PRIMERA VEZ EN LA MANSIÓN DE NORA.

Eran 4:55 de la tarde y ya estaba ahí puntual, a punto de tocar el timbre de una típica casa victoriana de San Francisco, pero majestuosamente elegante y enorme, no me imaginaba que así sería su morada. Al llamar a la puerta, bastaron unos segundos para que un mayordomo abriera y ahí estaba mi amiga.

─¡Hola Nora! 

Antes de que pudiese decir otra palabra, ella me abrazó como si fuera parte de su propia familia, hace bastante que nadie me daba un abrazo así de sincero y emotivo.

─ ¡Hija! qué alegría me da verte de nuevo, de que estés aquí, y mírate que linda, parece que fueras a una graduación, los novios que hayas tenido no saben lo que perdieron, una gema auténtica y esos ojitos marrón claros resaltan más que el día que nos conocimos, así me gusta verte, pero no sólo por fuera, quisiera que también por dentro, pero ya el tiempo dirá, pasa por favor Elise, esta es también tu casa desde ahora y siempre, lo que necesites no dudes en acudir a mí.

─Muchas gracias Nora, por tu recibimiento y por ser tan cálida, yo no tengo un lugar propio pero eso no importa, si en algo me necesitas, cuentas conmigo también. Tu hogar es además de inmenso, un palacio real, estoy anonadada.

─Es la herencia de mi esposo, toda su vida trabajó muy duro y tuvo sus recompensas económicas, aunque sacrificó demasiados momentos que pudo pasar con su familia, pero no hablemos de esas cosas tristes, sigue Elise, estamos por entrar a la casa, este caminito del jardín central siempre se me ha hecho largo ~me lo decía con una risa ligera pero contundente.

─Aunque muy bello por la cantidad de rosales que hay aquí ~le interrumpí brevemente.

Al entrar a su casa, quedé más asombrada, todo tan cuidado, ordenado, elegante y bello, después de mis primeras impresiones, Nora me invitó a pasar a la sala, donde hablamos por media hora sobre lo que habíamos hecho en los días posteriores a conocernos, para después pasar al jardín a tomar ese prometido té californiano.

SobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora