Capítulo 12

246 3 7
                                    

A veces, cuando el ser humano tiene a quien más ama cerca, es cuando su desprecio e indiferencia se muestra en su máxima expresión. Al perderlo, nos damos cuenta que nuestro amor es inagotable y nuestra necesidad de ese ser, es difícil, incluso imposible de soportar y suplir, sobre todo si tú fuiste quien le dejo ir, quien no hizo nada para permanecer juntos.

Ya era miércoles por la mañana, Darren estuvo acompañado por la familia Michalitsianos, especialmente Nora, quien con ayuda de su enfermera personal, pudo enfrentar la difícil noticia. Afortunadamente el hecho de que sobreviví y me encontraba en recuperación, ayudaba a que Nora pudiese digerir la situación con calma. Juntos esperaban pacientes que yo despertara, oír de nuevo mi voz, ver esos grandes y expresivos ojos transparentes que ellos dicen que tengo.

Durante los días previos, Jenny, mi jefa había pasado al hospital para saber más de mi condición, viendo que aún seguía en coma y después de hablar con las autoridades, hizo todos los arreglos para re-programar el espacio radiofónico que tenía. Decidió dar a conocer lo acontecido a través de un comunicado de prensa, el cual fue leído al aire en distintos espacios noticiosos de la estación, siempre salvaguardando detalles privados y delicados, los cuales formaban parte de la investigación del caso "Luxemburgo", como la policía de San Francisco, en conjunto con la Interpol lo habían nombrado.

Muchos radioescuchas de mi programa radiofónico, también se hicieron presentes en el hospital, llevándome obsequios, flores y notas de apoyo, aun cuando se les prohibía el acceso.

─Creo que con todos estos regalitos podríamos abrir una tienda, ¿tú qué opinas ojitos? —preguntaba Darren quien estaba conmigo en el área de terapia intermedia, dada mi mejoría el día anterior, me cambiaron ahí— veo que ya tenías fans, no soy el único que te admira, hasta siento celo... ¡ehm! bueno no importa, espero con ansias que salgas de aquí, será muy pronto.

─Perdón que lo interrumpa, pero el horario de visitas terminó señor y la paciente debe estar en completa calma.

La enfermera que entró, llevó a Darren de regreso a su habitación, iba cabizbajo preguntándose tantas cosas, confuso entre el deber y sus sentimientos. Mientras afuera la noche había caído y llovía ligeramente, él era una tormenta interna, aunque sabía contenerse. Una vez en su cama, tomó uno de sus celulares, tenía un par de llamadas de suma importancia por hacer.

─Entonces no hay marcha atrás en esto Darren, por lo que noto en tu tono de voz.

─Hermano, planteárselo será una de las cosas más difíciles que habré hecho, pero fui yo quien la metió en este lío, ahora es mi deber protegerla, así que no se detengan con los arreglos allá. Cuando Elise mejoré, me encargaré del papeleo del visado y su residencia, por la condición especial en que irá, no habrá problema alguno, ya lo he hablado con el embajador de Luxemburgo en Washington.

─Es más que obvio Darren, si ella va auspiciada por la monarquía de nuestro país, lo cual no es algo del diario, pero yo me pregunto ¿cómo va a reaccionar Elise cuando sepa que prácticamente le estas arreglando su futuro y le cambiarás la vida por completo, sin su autorización? y peor aún, mientras estuvo en coma, sin poder opinar, ni objetar; además de conocer el motivo de este arreglo. Sinceramente hermanito no quisiera estar en tus zapatos, ni en los de ella.

─Suenas igual a papá, crees que no he pensado en todo eso tantas veces, incluso me han medicado por los fuertes malestares físicos que la sola consternación me provoca. Pero estoy seguro que cuando sepa de qué va el asunto, será capaz de entenderme, tú no la conoces y no conoces lo grandioso de su corazón, es único —suspiró— bueno, ahora tengo que dormir, mañana temprano vendrá el cónsul a verme, después tendré reunión con las autoridades que trabajan en el caso, porque esta investigación sigue su curso y hay nueva información.

SobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora