Capitulo 7

271 4 2
                                    

¿Has sentido vientos de cambio en tu vida? en mi caso no era algo tan drástico, más bien sentía una ligera brisa que acariciaba mi corazón, lo extraordinario radicaba en que me sucedía esto por primera vez en más de una década, mi yo interno tenía de nuevo la posibilidad de recuperar una alegría y libertad auténticas, las cuales perdí cuando me até a aquella relación enfermiza, desgastante, hiriente y sin porvenir con Gabrielle.

_______________________________

EN LA MANSION VICTORIANA DE NORA.

─¡Bienvenida Elise! -exclamó toda la familia al unísono entre algunos globos y lindas flores, cuando se abrió la puerta.

─¡Finalmente Elise, eres tú! esos ojos, tan, tan transparentes, pero que me pasa... –murmuraba Darren para sí mismo, emocionado pero con una voz casi apagada, trato de disimular compostura pero quedó totalmente atónito mientras su mirada se cruzaba por primera vez con la mía.

En ese momento yo no conocía ni sabía quién era cada persona ahí presente, a excepción de mi amiga Nora por supuesto, pero Darren ya había sido informado sobre quien era yo, me miró fijamente como examinándome, con una semi sonrisa titubeante, corta pero muy especial, apenas lo pude ver directamente a los ojos por tres segundos, sin embargo eso bastó para sentir un relámpago erizando mi piel y adivinar sin que nadie me dijera, que ese chico era aquel noble luxemburgués mencionado por Nora, aunque no tuve tiempo de centrarme en ello, ya que casi al instante todos empezaron a abrazarme y saludarme.

─¡Hija querida! bienvenida, que bueno es tenerte entre nosotros –enunció Nora dándome un gran abrazo.

─ ¡Tía Elise! que gusto conocerte, ya queremos que juegues con nosotros –gritaban los pequeños mientras me rodearon en abrazo grupal y casi nos caemos al suelo.

─ ¡Que bárbaros niños! ella va a pensar que somos unos confianzudos, déjenla respirar –decía Matthew con su clásica seriedad, pero sonriente.

─A ver, a ver, familia no dejemos a Elise ahí de pie, vamos a la sala, allá nos presentamos todos más cómodamente -decía Leo mientras la invitaba a pasar indicándole el camino.

─Yo como anfitriona y amiga de nuestra invitada especial la llevaré

Nora tomo mi mano y entre ruido, calidez y algarabía nos adentramos a su casa, aun así, nunca dejé de sentir uno par de ojos olivo observándome sin parar.

─Ahora si hijos, estamos ya cómodos en la estancia, voy a presentarlos fácil y rápido para ella ok.

─ ¡Hey! mamá falta Darren –exclamó Leo.

─ Lo acabo de ver entrar al baño, seguramente no tarda en venir –le contestó Evan.

─Bueno, eso no es problema, le tocará al último hijos, en fin, querida Elisa esta es mi muy amada familia, mis 3 hijos: Leo quien vive en Canadá, Matthew, que está en Atlanta y Evan reside en Nueva York, luego mis hermosas nueras: Sophie esposa de Leo, Rachel esposa de Matthew y Grace esposa de Evan –dijo apuntando quien era cada uno– Toca el turno de mis tesoros, Phoebe de 6 años y su hermanita Chloe de 4 son hijas de Matthew y Rachel –ambas pequeñas alzaron sus manitas y rieron– mientras que este pequeñito es Ethan, tiene 3 y junto con su hermanita Melina, la bebé de la casa, son hijos de Evan y Grace.

─Gracias Nora, de verdad es un gusto enorme conocer a la maravillosa familia de mi gran amiga. A pesar de la diferencia de edades, he hecho una conexión increíble con ella, me ha ayudado y animado cuando nadie más lo hacía, ve cosas en mi que ni siquiera yo misma he podido ver, le estoy agradecida por cada detalle, por eso estar aquí compartiendo su espacio familiar junto a todos ustedes, los Michalitsianos, es un gran honor que no sé si merezco. El ver como son, amorosos, alegres, amistosos, notar cómo me han recibido tan cálidamente, incluyendo las flores y globos. La herencia y espíritu de Nora salta a simple vista en cada uno, tanto los grandes, como en estos hermosos pequeños, de quien gustosa seré su tía postiza –les decía muy sonriente– De corazón les agradezco abrirme las puertas de su familia y casa, para compartir esta semana juntos, y espero poder retribuirles de igual forma.

SobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora