#2 Wherever you go, I will follow • (G)I-DLE •

▪ Chapter 12 ▪

"¿Estás segura de que lo estás haciendo bien?" Minnie preguntó mientras sentía que Miyeon le masajeaba el cuero cabelludo.

"Literalmente dice 'aplicar al cabello', ¿qué podría hacer mal?" preguntó la mayor, casi desmayándose al sentir el fuerte olor de los químicos infiltrarse en sus pulmones.

"Conociéndote, todo". Minnie respondió.

Casi pudo ver a Miyeon poner los ojos en blanco.

"Es un color negro, no podría hacerlo mal ni aunque lo intentara". dijo la mayor, lo que fue suficiente para callar a Minnie. "Eres solo una niña rica que está acostumbrada a permitirse el lujo de ir a los salones por estas cosas".

"Ya no." Minnie recordó.

Miyeon se mordió el labio inferior. La tailandesa realmente había renunciado a todo por estar con ella. Su familia, su hogar, su seguridad financiera, su seguridad en general. Y ella no había pedido nada a cambio. Incluso estaba dispuesta a renunciar a Miyeon si eso hacía a la otra más feliz. La coreana se sentía como si fuera la dueña de la otra. Tenía que hacer algo para compensarlo.

"Alguien me dijo una vez, que si realmente amas a alguien, siempre sonríes un poco". Dijo Miyeon. "Y no había sonreído desde que te fuiste, hasta la noche en que me compraste helado. Y ahora me encuentro incapaz de dejar de sonreír cuando te miro ".

Bajó la cabeza para besar el cuello de Minnie.

"¿Qué estás diciendo?" preguntó la más joven.

"Min ... te debo mucho." dijo contra el cuello de la otra. "Mucho más de lo que podría imaginar. Te debo una familia, un hogar ".

"Miyeonie-"

"Déjame darte eso. Todo lo que te debo, déjame devolvértelo".

Minnie giró la cabeza cuando Miyeon levantó la suya, hasta que sus labios quedaron a solo unos centímetros de distancia.

"No me debes nada". Minnie susurró.

Sus labios se encontraron en el beso más dulce, tranquilo y lento que jamás habían tenido. Los labios de Miyeon agraciaron a Minnie, mientras se mostraban la una a la otra todo el amor que llevaban en sus corazones.

Luego se apartaron y se sonrieron, fue dulce y un poco somnoliento al principio, hasta que los ojos de Minnie se movieron hacia la parte superior de la cabeza de Miyeon y comenzó a reír a carcajadas.

La mayor la interrogó levantando una ceja.

"¡Tienes toda tu ceja pintada de color negro!" Minnie se cayó entre carcajadas.

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"¿Les enviaste un mensaje, verdad?" preguntó la ansiosa Shuhua mientras se movía en su asiento.

"Le envié un mensaje a Soojin, sí". Yuqi respondió, con los ojos mirando hacia la ventana. "Bueno, Soyeon fue quien respondió, pero fue el teléfono de SooSoo".

Shuhua asintió lentamente. Sus ojos se desviaron hacia la ventana donde una ciudad había comenzado a aparecer en la distancia. Los edificios eran lo suficientemente altos como para desaparecer entre las nubes.

"Mira, Shu, tengo que decirte algo". dijo la china, sintiendo que su cuerpo se tensaba.

La menor la miró y asintió con la cabeza para animarla.

"Entonces ..." se movió torpemente y comenzó a jugar con sus dedos. "Sucedió algo... entre Soyeon y yo".

En lugar del ceño fruncido que esperaba Yuqi, no pudo ver ningún cambio en sus rasgos faciales. Entonces, una leve sonrisa comenzó a crecer, haciendo que Yuqi frunciera el ceño en confusión.