¡¡ꜱᴏʀᴩʀᴇꜱᴀ!! [ＫｏｏｋＮａｍ]

05. Thorn

"LOS RECUERDOS ESTÁN CLAVADOS PROFUNDAMENTE COMO ESPINAS"

El trayecto de su casa al trabajo transcurrió en absoluto silencio y con la tensión al máximo. Jeon tenía ambas manos en el volante, la mirada fija en el camino, aunque de vez en cuando echaba una rápida mirada hacia JiMin. El omega, en cambio, no le había dirigido la palabra desde la mañana y observaba en silencio el paisaje mientras avanzaban. Después de cinco minutos de ese inquietante silencio, finalmente llegaron al edificio y estacionaron el auto.

JungKook salió primero y se apresuró a abrirle la puerta a su lindo omega.

—Gracias —fue lo único que dijo JiMin al salir del auto, tomando su maletín y caminando hacia la entrada principal.

La puerta se abrió automáticamente. JiMin saludó al guardia de seguridad, aunque sin la sonrisa de siempre, con JungKook siguiéndolo de cerca.

—Buenos días, JiMin —lo saludó SeokJin, el recepcionista y pareja de Min YoonGi, uno de sus buenos amigos.

El más bajo pasó sin responder, manteniendo su mirada al frente.

—JungKook, buenos días —saludó entonces SeokJin al alfa, quien se había detenido junto a la recepción.

—Buenos días, hyung —respondió JungKook, sin mucho ánimo, mientras observaba cómo JiMin se metía al ascensor sin esperar por él. Cuando las puertas se cerraron, JungKook se volvió hacia su hyung.

—Wow, ¿qué te pasó? —preguntó SeokJin, señalando la mejilla izquierda de JungKook, que estaba algo roja.

Jeon tocó su mejilla y soltó una risa sin gracia—. ¿Esto? No es nada, hyung, solo un pequeño golpe.

—¿Un "pequeño" golpe? Si parece que te dejaron los dedos marcados —respondió SeokJin, acercando un pequeño espejo para que JungKook viera la zona afectada—. No creí que JiMin tuviera tanta fuerza, aunque te lo mereces.

—¿Cómo sabes que fue él? —preguntó JungKook, aunque ya sabía la respuesta.

—Lisa se lo contó a Yoongi, y Yoongi me lo contó a mí. Ya sabes, entre parejas no se ocultan secretos —respondió SeokJin con una sonrisa.

—Aja... —JungKook entrecerró los ojos—. Mejor dime cuáles son mis pendientes para hoy —suspiró, cambiando de tema.

—Eso ya se lo pasé a tu padre; llegó muy temprano hoy —dijo SeokJin con naturalidad—. Me pidió que te avisara que fueras a su oficina tan pronto como llegaras.

—¿Mi padre está aquí? —preguntó JungKook, sintiendo un nudo en la garganta—. ¿Por qué no me dijiste eso antes? —dijo, alejándose hacia el ascensor con nerviosismo.

—Tranquilo, toma esto para que no tengas problemas con tu padre —bromeó SeokJin, dejándole un polvo compacto sobre la mesa—. No querrás que te vea con ese "adorno" en la mejilla. Suerte, vaquero.

JungKook tomó el maquillaje—. Gracias, hyung —dijo, antes de ir al baño para arreglarse un poco.

Frente a la puerta de la oficina principal, Jeon podía escuchar los latidos de su corazón acelerarse. Sus manos sudaban, y echó una rápida mirada a JiMin, que estaba sacando unas copias cerca, aunque, como en la mañana, el omega lo ignoró por completo. JungKook respiró hondo.

—Vamos, podemos hacerlo —se dijo a sí mismo en voz baja.

—¿Podemos? —habló su lobo en su mente—. Suena a manada, pero ahora sí me necesitas. Todo esto se pudo haber evitado. Estás solo en esto —agregó su lobo, recostándose para dormir.

Suspirando, Jeon golpeó suavemente la puerta y escuchó un "adelante" desde el otro lado. Tomó la perilla, girándola lentamente para entrar. La oficina tenía una vista espectacular; avanzó algunos pasos hasta quedar frente a su padre, quien lo esperaba con una expresión severa.

—Buenos días, señor —dijo JungKook.

El alfa mayor, impecable en un traje negro, estaba revisando unos papeles financieros que dejó a un lado al ver a su hijo. Lo miró de forma intensa, como si pudiera ver a través de él.

—No sabía que vendrías hoy a la oficina —comentó Jeon, intentando romper el incómodo silencio.

—Recuerda que quien manda aquí soy yo, y vengo cuando quiero —respondió el alfa mayor con tono frío.

—Claro… —JungKook desvió la mirada, sintiéndose pequeño bajo la mirada de su padre.

—No pienso dejar negocios multimillonarios a alguien que no sabe qué hacer con su vida, y mucho menos con un cachorro de su ex omega.

JungKook lo miró, sorprendido, abriendo los ojos de par en par—. ¿Cómo te enteraste…?

Antes de terminar, el fuerte golpe del padre sobre el escritorio resonó en la oficina, y las feromonas de enojo que emitía le causaron un estremecimiento. Nunca lo había visto así.

—¿Cuándo pensabas decirme que el omega al que engañaste está esperando un hijo tuyo? —Su voz era implacable.

—Padre… —Intentó hablar, pero otro golpe en el escritorio lo interrumpió.

—¿Tenías planeado decírmelo alguna vez? —continuó el alfa mayor—. ¿Informarnos de que seremos abuelos?

JungKook parecía un cachorro reprendido por su padre alfa.

—Espero una respuesta, Jeon —dijo el mayor, recostándose en su silla y cruzando los brazos—. ¿Qué piensas hacer para enmendar tus errores?

Editado: 06/11/2024