Código de práctica del renacido otaku en el apocalipsis

Capítulo 7

Guoba es un 'arroz chamuscado' que se come como bocadillo. Atascado con el nombre chino porque sonaba más sabroso.

Pollo seco, pato y ganso revoloteaban con la brisa sobre la sala de estar. Una sección de salchicha en la parte superior parecía una pancarta en pleno vuelo. Los últimos días estuvieron llenos de ruidos de taladros, ahora llenos del aroma de la cocina. El piso 16 había cambiado tan rápido.

Varios manitas en el balcón del piso 14 olieron la fragancia. Uno preguntó,

"Ayer fueron panqueques, ¿cuál es el olor de hoy?"

"¡Guoba! ¡Mi abuela lo cocinaba mucho más delicioso que el del supermercado!"

"¿Qué crees que están haciendo? ¿Por qué necesitarían cocinar tanto todos los días?"

"¿Quizás para las loncheras?"

"¿Hacer loncheras y guoba?"

"No hay olor a guarniciones".

"¿Quién dijo eso? ¿No hubo tales olores ayer?"

"Eran las 5:30 de la tarde, ¡alguien debe haber estado preparando la cena!"

¡Las tareas de hoy ya estaban completas! Luo Xun sonrió mientras quitaba el exceso de aceite del último trozo de guoba. Estaba feliz porque había gastado la mitad del arroz suelto a granel. Los alimentos a granel son difíciles de almacenar, especialmente en un hogar con muchas plantas. Decidió preparar comida con anticipación para que las lombrices tuvieran nutrientes mientras excavaban en el suelo.

Luo Xun instaló un ventilador junto con campanas para una estufa de gas fuera de la cocina. La energía siempre fue escasa, doblemente en un apocalipsis. Por lo tanto, necesitaba ahorrar electricidad para evitar pagar tarifas a terceros.

Por ejemplo, tenía tres congeladores, uno vertical y los otros dos horizontales. Los tres eran electrodomésticos de gran volumen con altas capacidades de ahorro de energía. Ahora mismo solo uno está operativo, lleno de todo tipo de carne comprada en el supermercado.

Todas las bombillas fueron reemplazadas por variantes de ahorro de energía. Luo Xun también almacenó velas, alcohol, etc. De vuelta en la sala de estar, el cachorro vio a Luo Xun y trepó por su pierna, moviendo la cola alegremente mientras suplicaba abrazos.

Luo Xun recogió al cachorro y le frotó la barbilla mientras descansaba en el sofá. Su cuerpo apestaba a sudor, pero Luo Xun se sentía demasiado cansado y perezoso para cambiarse de ropa. Tampoco puede ser molestado ya que estaba solo y el cachorro no podía abandonarlo.

Había dos peceras al lado del sofá, una tenía varios peces y la otra camarones. No se trataba de criaturas acuáticas ornamentales, sino que se compraban en el mercado. Luo Xun no conocía los métodos exactos de cuidado, pero eran vivos, baratos y fáciles de llevar a casa. Las especies de peces y camarones no se conocían debido a su pequeño tamaño. Al día siguiente murió la mitad, el resto se redujo a cuatro peces y tres camarones restantes.

Las ocho codornices se mantuvieron en un tanque de acuario modificado junto a la ventana del balcón. Luo Xun había comprado especialmente gusanos de la harina para que las aves se almacenaran en un tanque separado. Los animales eran fáciles de criar, rellenar el suelo y dar verduras. Luo Xun no sabía cuándo pondrían huevos las codornices.

Luo Xun sacó su teléfono celular y navegó por Internet sin rumbo fijo mientras miraba sus tiendas de carne. Con 2080 yuanes restantes, Luo Xun planeaba salir el día antes del fin del mundo para comprar un montón de bocadillos listos para usar y comida para llevar. Entre ahora y el apocalipsis, no había mucho que hacer más que preparar la comida y jugar con el cachorro.