Capítulo 17

4.5K 253 73
                                    

Esté fic no es mío, es una adaptación en portugués.

***

Valentina POV.

Pasé todo el día tumbada. Me levantaba para ir al baño con frecuencia, y una vez u otra pellizcaba algo que Juliana había preparado durante la semana y permanecía en la nevera. Escogí un libro al azar en la biblioteca y empecé a leerlo, pero en la tercera vez casi durmiéndome, desistí de la lectura.

Las horas pasaron. Mi malestar no.

Sin embargo, no vomité, y me animé con ese pequeño hecho. Estaba casi durmiéndome otra vez cuando fui sorprendida por el sonido del timbre. Después de pasar unos segundos preguntándome si debía o no recibir a alguien en una casa que no era mía, decidí levantarme y ver quién era. Abrí la puerta y di de cara con Renata.

Eran exactamente las 16h de la tarde, y yo sabía que debería estar en el trabajo. Pero también sabía por qué no lo estaba.

-A veces Juliana es muy desesperante. - Comencé, ni siquiera salude.

No necesitaba invitarla, Renata ya era de esta casa. Hasta mucho antes de mí.

-¿Por qué es tan exagerada? - Pregunté, pero había sido casi una pregunta retórica.

-Porque ella es Juliana. - Respondió, sentándose en el sofá. - Pero vamos: ¿Cómo estás?

Suspiré. Tal vez para que ella pudiera realmente contar lo que pasaba conmigo. Yo sabía que si le pedía a Renata que omitiera ciertas cosas a Juliana, ella lo haría.

Miré a Renata, que me miraba con una expresión neutra. Inmediatamente me sentía idiota por decir que podría estar sufriendo de algún estrés, ya que, sinceramente, mi vida estaba demasiado bien para que yo me pudiera estresar de cualquier forma que fuese. Seguí hablando, sólo para tratar de sentirme menos idiota.

Por un momento breve, pero considerable, todo lo que hizo fue mirarme de una manera extraña. Yo estaba a punto de preguntarle si todo estaba bien, cuando Renata se volvió y habló.

-Creo que debes ir a un médico.

Me preocupé. Casi nunca la veía acordando con Juliana. Esto no debería ser una buena señal.

-¿Crees que es algo grave? - Pregunté, ya un poco nerviosa. Ella pareció medir las palabras antes de hablar.

Cierto. Ahora estaba oficialmente con miedo.

-Está bien... - Conseguí contestar, tratando de contener el leve pánico que comenzaba a surgir dentro de mí. - Voy a citar un día...

-Vamos hoy. - Ella me interrumpió, pero enseguida intentó calmarme (porque yo había hecho cara de desesperación y lo sabía), explicando. - Ya faltaste al trabajo hoy, y yo ya estoy aquí. Te hago compañía.

Eso podría haber parecido un simple acto de camaradería. Pero no lo fue. Renata no quería quedarse conmigo aquella tarde sólo por encontrar mi compañía agradable. Ella estaba preocupada, y eso estaba claro. Sin pensarlo mucho, me vestí con cualquier ropa cálida que encontré y salí con Renata.

Ella me guío hasta su auto, estacionado en la calzada a pocos metros del edifico de Juliana.

-¿Vamos a avisarle que vamos al médico? - Pregunté, ya colocando el cinturón de seguridad.

-No. Es mejor para todos omitir esto por el momento.

Yo estaba de acuerdo. Conocía a Juliana suficientemente bien para decir que, si dijéramos a dónde íbamos, veinte minutos después ella estaría en el mismo lugar.

My Sweet Prostitute (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora