Capítulo 12

6.9K 288 63
                                    

Esta historia no es mía, es una adaptación en portugués

***

Valentina Pov

La mañana siguiente comenzó lluviosa. Solo fui capaz de despertar a las 9:50 de la mañana por el ruido que algunas gotas hacían por la ventana de mi habitación.

Mi cuerpo aún se asemejaba un poco a la gelatina blanda, haciendo que mis ganas de levantarme de la cama fueran nulas.

Antes de comprobar, sabía que estaba sola. El peso, el olor y el calor de su cuerpo no estaban allí, podía sentirse aún con los ojos cerrados.

Tal vez porque empezaba a acostumbrarme a esas cosas, pero su ausencia era inmediatamente captada por algunas terminaciones nerviosas en mi cuerpo, y entonces, inconscientemente, yo sabía que estaba sola.

Me giré en la cama, aún con pereza, y encontré a mi lado un papel con algunas palabras y una llave. La curiosidad me despertó inmediatamente, así que tomé el papel y leí el caligrama perfecto de Juliana:

Fui a trabajar. No quise despertarte.

"Te amo"

"Te amo"

Imaginando las palabras saliendo de su boca, mientras sus ojos me mostraban que aquello era verdad.

Me derretí como una tonta encima de la almohada, trayendo el papel cerca de mi cara y tratando de sentir allí su perfume, pareciendo una pre-adolescente romántica y enamorada por la más perfecta de las princesas encantadas.

Me pregunté si tendría el coraje de decirlo en voz alta si estuviéramos cara a cara, como una respuesta a su declaración en vivo y a color. Confesarme a mí misma la más obvia de las verdades era fácil, porque no había más que tratar de convencerme de lo contrario, pero confesarle mi alma a ella era un poco más peligroso.

Pero no confesar cuánto la amaba estaba pesando.

No porque ella necesitara saberlo, sino porque una parte de mí quería gritar eso, como si de alguna manera pudiera librarme de mi propia prisión. Desgraciadamente, la otra parte en mí me mantenía presa a mis miedos e incertidumbres, creyendo que "la revelación" -no tan sorprendente -sería demasiado para ella.

Todavía no era capaz de decírselo. Y ese hecho era desesperante. Y el hecho de que necesitaba dejarlo claro era aún peor.

Me levanté todavía tambaleante, sintiendo mi corazón hervir con las palabras escritas por Juliana y su voto de confianza.

Las palabras del día en que ella me dijo toda la verdad todavía estaban frescas en mi memoria, y aunque pareciera un poco desorientada en aquella situación, me pareció que estaba siendo bastante verdadera y decidida.

Entonces, si realmente me fuera, no me sorprendería tenerla persiguiéndome como algún tipo de acosador.

Tomé un baño caliente y revitalizante. Como siempre, recordé la noche anterior, pero esta vez tuve que atenerme un poco más a los detalles.

De la misma manera que Juliana había sido la primera persona con la que realmente había sentido placer, ella ahora se había convertido en la primera en tocarme de una forma tan íntima, y darme cuenta de ello era maravilloso.

Me pregunté entonces en qué más ella sería la primera a partir de ahora.

Preparé un desayuno modesto, sin querer sacar muchas cosas del lugar.

Como ya eran las 11:30, comí un poco para que mi almuerzo no fuera perjudicado. Me pregunté entonces donde exactamente almorzaría, pero sabía que el resto de ese día dependía de lo que estaba a punto de hacer.

My Sweet Prostitute (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora