LENA el ángel de la muerte || Loki

20. Nuestra Salvadora

Saliendo de su sorpresa, a mitad de camino para el altar, dió un giro de 360 grados, dandose cuenta que en las cuatro paredes había cristaleras similares. Todas tenían en común su aparición

La cristalera más grande, la principal. Era una mujer rubia con vestido dorado. Otra era la clara referencia a Loki, Thor y Lena. Thor empuñando su martillo, Loki con ojos lastimeros y verdosos y Lena miraba a un costado, como si le avergonzara mirar al frente

La siguiente era Lena con una corona de rosas blancas en la cabeza, su frente manchada de sangre, como si la corona de rosas aún tuviera espinas que hacen que sangre, tenía una espada en cada mano, una era negra con destellos morados, mientras que la otra era de empuñadura dorada y el largo era blanco. Pero lo que más destacaba eran sus alas negras.

La última quizás era la que más destacaba, estaba a la izquierda de la entrada. Era una mujer rubia sobre una bestia negra. Apuntaba con su espada blanca hacia el frente. A solas. Cómo si estuviera en una guerra

–¿Todo bien, Lena?-. Pregunta Bucky al verla paralizada frente a ese ventanal

–Si, solo que-. Sale de su trance y sacude su cabeza-. Hay que acabar con esto
La guía entre las bancas de madera blanca y le señala el atrio. En cuanto se para frente a este todas las mujeres situadas en las bancas se levantan e inclinan la cabeza

–Creo que todas saben quién soy-. Suspira Lena. Era difícil para ella hacer esto, le gustaba mantenerse en las sombras y no ser el centro de atención en grupos grandes.- ustedes en este momento conocen más de mi, que yo misma. He venido a pedir su ayuda

Comienza a generarse el bullicio que rápidamente es callado por una mujer, la más anciana de todo el grupo, aparentemente.

–Mi diosa, todo poderosa, en qué podemos servirle sus fieles discipulas-. Intenta sostenerse de su bastón.

–por favor tomé asiento, todas tomen asiento-. Desconsertadas por la petición de Lena, todas toman asiento-. Me siento muy avergonzada de venir y pedir su ayuda cuando no he hecho por ustedes muchas cosas.

–Nos sentimos honradas, mi señora-. Se inclina una mujer-. Con gusto le serviremos hasta el final de nuestros días.

–Usted será nuestra salvadora y nos acogerá en su reino en el final de nuestros días

Lena no tenía ni idea de lo que hablaban.

–Yo llegué a este mundo hace más de 70 años-. Todas las mujeres hacen un gesto de asombro-. Participé en la segunda Guerra mundial al igual que mi amigo-. Señala a Bucky-. Lamentablemente fue del lado equivocado. Cómo saben, llegué aqui sin memoria alguna, así que aprovecharon ese hecho para hacer cosas indebidas. Afortunadamente estoy del lado correcto ahora. Pero necesito saber lo que ustedes saben de mi-. Lena ve a todas las mujeres

–Todo lo que sabemos de usted se encuentra en el libro sagrado, lamentablemente no está en nuestras manos, nuestros conocimientos han pasado de generación en generación hasta la actualidad, no podemos saber hasta que punto se ha deformado la realidad

–O hasta que punto el libro sagrado contenía la verdad.

–Creo que lo más adecuado es comenzar con el nacimiento-. Habla la más anciana-. La diosa Freyja bajó a la tierra a escondidas de Odin hace poco más de 1000 años. Quedó perdidamente enamorada de un hombre maligno y pecador, era Lucifer que había subido a la tierra para deambular entre los vivos. Ambos tuvieron una hija, Lena. Odin enojado, también bajó a la tierra. Sin saben nada de Lena se llevó a Freyja consigo. Lena pasó unos meses aquí hasta que los guerreros de Odin se llevaron a Lena a su reino. Dejando a Lucifer solo.