LENA el ángel de la muerte || Loki

4. Lena Rogers

—Bien Lena, hoy serás dada de alta-. Entra Steve en la habitación blanca donde se encontraba internada Lena

–No me siento capaz de salir de aquí, no quiero hacerle daño a nadie.

–Tomalo como un nuevo inicio, Lele-. Steve le habla con cariño, los últimos meses se habían vuelto cercanos. Lo vivido en la guerra los hizo así.

–Gracias, Steve. Estaría sola en el mundo sin ti-.suspira al recordar que Steve le ofreció su pequeña casa

–Espero algún día puedas recordar algo antes de Alemania.

–Yo tambien-. Dice cerrando su maleta

–Ven, te ayudo a cargarla-. Tomando su maleta van a recepción

–Por fin te vas a casa Lena-. Habla una enfermera

–Si, espero estar bien

–Lo estarás-. Habla otro enfermero

–Les agradezco por su paciencia, me ayudaron mucho.

–No es nada, Lena. Cuida a tu hermano, ya sobrevivieron una guerra, falta el día a dia-. Bromea una enfermera

–Esperamos no verte pronto por aquí, Lena Rogers

S.H.I.E.L.D había decidido mantener el secreto la existencia de el angel de la muerte. Con la ayuda del gobierno de los estados unidos, se hizo todo lo posible para aparecer registros como hermana de Steve Rogers, Lena Rogers

–Es hora de irnos, Lele-. Habla Steve caminando hacia la salida

Tomándolo del brazo, ambos salieron de aquel hospital, “hospital psiquiátrico para veteranos de guerra”. Aún quedaba mucho que superar, pero ya había pasado una buena temporada dentro, solo quedaba avanzar para poder recuperar la memoria. Los expertos aún no sabían que había sucedido con Lena antes de la guerra.

Se sabía que era mitad Asgardiana, pero se desconocía el porque estaba en la tierra y no en Asgard.

–¿Que quieres comer hoy?

–En la televisión del hospital ví algo llamado sushi, Se ve delicioso-. Dice mirando por la ventana del taxi.

–Claro, al restaurante de sushi más cercano. Por favor -. Le indica al conductor.

Pasaron algunos minutos en silencio, hasta que el conductor indicó que habían llegado

Bajando del taxi, Lena se dirigió a la banqueta, observando todo a su al rededor, deteniéndose en un hombre que la observaba desde la lejanía, había tanta gente pero aún así pudo verlo. Un hombre con de traje negro, de ojos cafés y sonrisa malévola, el bullicio se la gente transitando la calle se había apagado y solo escuchaba unos llamándola, Lena curiosa comenzó a caminar hacia el pero una mano la detiene

–¿Que haces Lena? Es por acá-. Dice Steve, haciendo que Lena voltee a verlo

–Es que-. Gira su cabeza hacia donde se encontraba el hombre, pero ya no había nada-. Olvídalo

–Vamos a comer, seguro estás hambrienta.

Ambos entraron al restaurante de comida Japonesa. Una chica con rasgos asiáticos se acerca a ellos

–¡Bienvenidos, chicos! El día de hoy tenemos la promoción de come todo lo que puedas por 20 dólares.

–La queremos-. Habla Steve, dejando la carta sobre la mesa.

–¿Algo de beber?

–¿Agua?-. Pregunta insegura Lena

–Dos Coca-Cola, porfavor-. Habla Steve.

–Bien, pueden pasar a la barra por sus rollos

Una vez que ambos tienen en sus platos algunos rollos y unos palillos Lena se queda en blanco

–Steve, ¿Sabes usar palillos?

–No creo que sea tan difícil-. Intenta sujetar un rollo pero se le resbala-. Esa no cuenta.

–deja lo intento-. Lena intenta tomar un rollo, pero ejerce tanta fuerza que lo rompe-. Mierda, es complicado

–Lenguaje, Lena-. Dice Steve serio.

–aghhh, es que es complicado, me rindo-. Dice clavando los palillos en el rollo como si fuera un tenedor.

–Que ingenio, haré lo mismo.

–¡Soy una genio!