Llegó la tan esperada última clase del día. Todos mis compañeros estaban emocionados ya que como muchos querían, nos colocaron con la clase A, en la cual estaba Sasuke.
Salimos al patio de entrenamiento y nos presentamos a los otros niños.
Mi turno llegó bastante rápido.-Soy Edward Aoboshi, del heredero del Clan Aoboshi.
Sinceramente, no sabía que más decir por lo que opté por solo decir mi nombre y de que clan era.
La mayoría se me quedó mirando pero los que venían de clanes rápidamente desviaron sus miradas. Todos menos Sasuke, quién se podría considerar mi amigo.Los profesores nos asignaron nuestras parejas de taijutsu, pero iríamos rotando para no estancarse con la misma persona e ir avanzando. Mi pareja resultó ser Ino entre todas las personas. Personalmente, me caía más bien que mal, ya que me gustó su comportamiento en Naruto Shippuden.
Ino me miró nerviosa, todos sabían que los Aoboshi, a diferencia de los otros clanes entrenaban a sus hijos desde muy pequeños por culpa de su exceso de chakra, además de que casi no se sabía nada sobre las técnicas que utilizaban. Ella no sabía ningún jutsu todavía, además de que su nivel de taijutsu era muy bajo gracias a sus clases de kunoichi, que se concentraban más en los venenos, las artes tradicionales y comportamientos femeninos. Tenía bastante miedo de lo que le podría ocurrir peleando con un Aoboshi, pero no solo era eso, si no que era el heredero de los Aoboshi, eso significaba que teóricamente tendría aún más poder que cualquier otro niño de su clan.Respiré pensando en lo asustada que estaría Ino ahora. Decidí llevarlo con calma, pero no dejarme ganar. Eso no lo querría ni ella ni yo.
Nos pusimos en nuestros puestos y nos saludamos para comenzar la pelea. Ella se puso en la posición estándar de taijutsu de la academia mientras que yo utilizaba la del clan. Rápidamente salto al ataque apuntando descuidadamente a los puntos donde se supone que me haría caer. Desvíe su mano mientras colocaba mi rodilla en la parte baja de su pantorrilla haciendo que cayera. Se sorprendió pero no pudo reaccionar cuando rápidamente coloque mi brazo alrededor de su cuello mientras inmovilizada su cuerpo contra el suelo.
Iruka dio por terminada la pelea y nos levantamos para seguidamente hacer el símbolo de reconciliación con las manos.
Fui pasando de pelea en pelea con un descanso cada dos de ellas. Finalmente llegó el tan ansiado momento, mi pelea entre Sasuke y yo. Todas las personas que pelearon contra Sasuke perdieron, al igual que a mí.
He de decir que mi taijutsu no es tan bueno, lo que me hace ser superior a la mayoría son mis reflejos y mis pensamientos rápidos, si me quitas eso, la fuerza que poseo es muy poca ya que en vez de centrarme en ejercitar mis músculos como hacen la mayoría de los niños de la academia, me concentro en el manejo de chakra, Fūinjutsu y memorización de jutsus -este último siendo el más reciente de la lista-. Por ello, si juegas bien tus cartas y piensas un poco, me ganarías fácilmente en taijutsu.Los maestros se debieron dar cuenta de ello por que me miraron fijamente como si estuvieran preocupados por mi salud. Sí yo resultará muy herido, la culpa sería de los maestros de la academia, y eso llevaría a un conflicto entre los Aoboshi y Konoha. Pero, si yo dejaba malherido a Sasuke, se me perdonaría por que los Uchiha están en buenos términos con mi Clan.
Esta pelea era un asunto muy delicado, así que opté por terminar el entrenamiento junto a Sasuke rápido, al igual que había hecho con Ino.
Sasuke y yo nos pusimos en el centro del campo y nos saludamos con los signos correspondientes para comenzar una pelea amistosa. Y ahí, el profesor dio la señal que ponía en marcha el entrenamiento.
Sasuke me estudio cuidadosamente, pero al ver que no tenía intenciones de atacar primero se abalanzó sobre mí. Habiendo captando el giro de su cuerpo antes de que corriera hacia mí, esquivé agachando mi torso mientras que le daba un firme golpe en una de sus bobinas de chakra. Sasuke dejo escapar una gran inhalación, aunque mi golpe no tuviera tanta fuerza como la que podría darme él, el solo hecho de golpear ese punto exacto hacía que el contingente sufriera un gran dolor. Se dejó caer mientras respiraba entrecortadamente.
El maestro nos interrumpió y avisó que yo era el ganador mientras se disponía a llevar al Uchiha a la enfermería de la academia. Aunque el golpe no fuera serio por la poca fuerza utilizada, eso no le quitaba lo doloroso.
Sasuke me lanzó una mirada resentida mientras era cargado por Iruka.Miré al rededor para encontrarme con que todos los niños que se encontraban en el campo de entrenamiento me miraban con una expresión asustada. Empezaron a susurrar con rostros aterrados, hablando sobre lo que acababa de pasar. Era comprensible que reaccionarán así, esa debía ser la primera vez que veían ese tipo de técnica. Solo se conocían registros de ser utilizada por el clan hyuga para noquear a sus adversarios, pero no la usaban mucho porque el Bakyugan de por sí podía hacer más que solo eso.
Lo que no sabía era que una persona me miraba atentamente entre las sombras.
✄┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈
El camino a casa transcurrió como normalmente, con la compañía de Tokei mientras la gente nos miraba, pero había una cosa diferente. Los niños no nos miraban con curiosidad como lo habían hecho antes, nos miraban con pavor, sobretodo a mí, pensando en como un niño de su edad podría haber aprendido el intrincado y complejo funcionamiento de las bobinas de chakra. Los padres nos miraban calmados, sabían que no debían sorprenderse por los conocimientos prematuros que solían tener las personas del Clan Aoboshi, aún más siendo el que hizo tal hazaña el proximo cabeza de dicho clan.
Suspiré cansado, sería difícil cambiar los pensamientos de los niños de la academia y detener los rumores que pronto surgirían a partir del momento de la pelea. Me enfadé mentalmente por no haber sido lo suficiente discreto con mis habilidades. Tokei me calmó hablando sobre los próximos entrenamientos que tendrían por la tarde, que casualmente eran de taijutsu.
Aún así no podía quitarme la extraña sensación de ser observado. Giré mi cabeza en la dirección donde sentía que se hallaba la persona que me observaba, pero no había nadie. Pensé que sería la ansiedad y el no dormir, que me estaban jugando una mala pasada.
Cuán equivocado estaba.
(1103 palabras)
ESTÁS LEYENDO
||El heredero del Clan Aoboshi|| Naruto
ActionTuve miedo, no voy a mentir. Renacer es como si un abusón te diera trescientas patadas en el estomago y luego se riera de tí en tu cara. El sentimiento es horrible. Estuve consciente de mi estado durante los nueve meses de gestación. Asqueroso. Lo...