||El heredero del Clan Aoboshi|| Naruto

Pensamientos 1/?

Estaba cansado, realmente cansado. Había veces en las que pensaba en dejar todo por lo que había estado trabajando y simplemente morir de nuevo. Era absurdamente agotador el tener que entrenar cada día, estudiar cada segundo y tener siempre el pensamiento de que todo va a salir mal al final.

Recordé mi vida pasada, me llamaba Hisao, qué significaba hombre de larga vida, mi nombre en sí era una broma ya que morí a una edad muy temprana. Mi familia era de clase media, aunque mis padres nos daban muchos lujos a mis hermanos mayores y a mi. Mis hermanos siempre fueron agradables conmigo, generalmente nunca discutíamos. Tuve mi primera novia a los doce años, fue agradable pero poco después me di cuenta que lo único que sentía hacia ella era amistad. Empecé a notar que miraba a los chicos de una manera diferente que con las chicas. Los hombres me parecían muy atractivos, mientras que las chicas, aunque algunas me parecieran guapas, no se sentía igual. Siempre tuve un carácter fuerte, llegando a ser prepotente en algunos casos. Desde que reencarné mi personalidad tuvo algunos cambios, supongo que pudo haber sido principalmente por qué el entorno en el que me encontraba ahora era completamente diferente y tenía muchísima más presión que antes.

Miro de cara a mi otra vida y me avergüenzo de mis acciones pasadas, el como me enfadaba constantemente por tonterías, el como nunca tomaba la responsabilidad de mis actos... Realmente odio mi antigua vida. Llevaba seis años en este mundo, pero que tuviera una buena familia no significaba que la presión puesta en mi disminuyera mágicamente.

Mi madre, aunque fuera cariñosa, la veía muy pocas veces por culpa de los asuntos del clan, que tuviera la mentalidad de un joven adulto no significaba que no pudiera extrañar a la persona que me dio a luz en este mundo.
Mi tío Tokei me quería, pero su forma de amar estaba restringida por las apariencias del clan. Él no podía expresar abiertamente cuanto me quería porque sería mal visto que una persona que no tuviera sangre de la primera familia* fuera cariñosa con una persona que lo era.
Chika, aunque era un amor, le pasaba lo mismo que a Tokei, no podía expresar cuanto me quería, y por consecuencia yo me sentía inseguro a su alrededor.

Los estudios sobre chakra perforaban mi mente como si no hubiera un mañana, mi cerebro apenas en formación no podía contener tanta información, y parecía que nadie podía notarlo. Mis entrenamientos eran aún peores, tenía heridas en cada parte de mi cuerpo, y ellas se abrían si hacía algún movimiento brusco, por lo que tenía que faltar al menos un día a la semana a la academia para poder recuperarme completamente. En mi mundo esto se vería atroz y rápidamente le quitarían la custodia a mi madre, pero en este mundo no sabía que pensar. Los niños de este mundo empezaban a entrenar a edades muy tempranas, y aunque sé que todo lo que hacía era para que mi cuerpo pudiera soportar la enorme cantidad de chakra que poseía, se me hacía muy extraño todo.

Personalmente, no creía que me estuvieran sobre esforzando sin ningún motivo, además que todavía no estaba seguro si lo que me hacía estaba mal visto o no en ese mundo, pero podía apostar que en este universo el trato del clan hacia mi persona, aunque fuera triste, era normal.

Con el paso de los años, ya no estaba tan seguro de querer seguir viviendo en este mundo.

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Primera familia: la primera familia en el Clan Aoboshi sería lo que es la rama principal en el Clan Hyuga.

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