Han pasado aproximadamente tres semanas desde que terminó con su novia, quién la engañaba con el Demonio Rádio y abandonó el hotel.
Su vida desde entonces solo a empeorado, llegando a tal punto en el que ahora se encontraba entre la espada y la pare...
"Si quieres hacer del mundo un lugar mejor, mírate al espejo y haz un cambio. Hooo"
- Batman.
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Vaggie abrió lentamente su único ojo, parpadeando varias veces tratando de ajustar la vista al nuevo entorno donde se encontraba, ella se sentó sobre el lugar donde se hallaba, el cual era una cama muy cómoda, para pensar en que fue lo último que ocurrió, llegandole de golpe los recuerdos de lo que pasó aquella noche donde sucedió la purga anual, instintivamente se toco el hombro, y sintió un pequeño pinchazo que la alarmó un poco, de seguro ahora podría caminar y esperaba que su dolor en el hombro no la molestara en el proceso.
Luego de unos segundos pensó en ver la habitación, le recordaba al que tenía en el anterior hotel donde se hospedaba, solo que aquí el color gris adornaba las paredes junto con algunos detalles rosas y algunos muebles y estantes, un ligero toque femenino y sería increible a opinión de ella, otro detalle a destacar es que no había ninguna abolladura por las paredes, algo que le sacó una pequeña sonrisa inconscientemente, al parecer ella se esperaba algo peor, pero viendolo detenidamente su habitación no estaba tan mal.
De pronto, recordó al extraño que le salvó la vida, no recordaba con exactitud pero parecía haber dicho algo sobre su reclutamiento a un equipo, pero solo recordaba hasta ahí, ya que después se presentaba un dolor de cabeza considerable.
Decidió no pensar más en ello y se enfocó en otra cosa, su vestimenta era la misma de siempre, solo que sin ningun rastro de sangre encima, eso la dejó pensando por un rato, para luego llegar a la conclusión de que tuvo que ser desvestida para que la ropa fuera labada, y en el proceso tal vez revisar su herida, lo cual de sólo pensar en eso le provoco un sutil ceño fruncido acompañado de un sonrojo revelando lo apenada que se sentía en ese momento.
Sin dudas de solo pensar en todo lo relacionado anteriormente la gastaba de manera exasperante, mentalmente hablando; es decir, ni siquiera sabía que la depararía a partir de ahora; solo deseaba que no se haya metido en un lugar donde debía venderse tanto física como mentalmente por simple dinero, o el tener que relacionarse con gente sumamente desagradable, o tener que ser obligada a hacer algo que no quiere, eso y muchas cosas más solo la ponían peor en su condicion actual.
Instintivamente volteó su mirada para ver sus manos, las cuales empezaron a temblar de manera leve, y sin siquiera pedirlo, un recuerdo de imprevisto vino a su cabeza. El como hace tan solo unas semanas, más especificamente luego de abandonar el Hazbin Hotel, se encontró con un grupo de tres demonios quienes trataron de intimidarla con sus armas para que ella les hiciera compañia, y luego sin siquiera pensarlo dos veces, decidió asesinarlos.
Ese recuerdo la golpeó en todo el sentido de la palabra, ella ni siquiera pensó en actuar en defensa propia contra los demonios, solo quería desquitarse con la primera persona que decidiera joderla ese mismo momento, y esos pobres ingenuos fueron los desafortunados en hacerlo.
