Capítulo Dos: Interrogatorio.

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"Ser o no ser, la puta que lo parió"

- Angel David Revilla.

La habitación en sí no era nada del otro mundo, inclúso se atrevería a decir que si no fuera por algúnos pequeños detalles facilmente podría confundirse con una habitación del Hazbin Hotel, con sus paredes color vino, sus alfombras de terciopelo, ...

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La habitación en sí no era nada del otro mundo, inclúso se atrevería a decir que si no fuera por algúnos pequeños detalles facilmente podría confundirse con una habitación del Hazbin Hotel, con sus paredes color vino, sus alfombras de terciopelo, algúnos pequeños adornos como estantes con vasijas encimas, un par de pequeños sofás frente al gran escritório, el cuál tenía una silla detrás del mísmo que estaba de espaldas, lo que hacía que no se viera a la persona que estaba sentada en ella.

Vaggie se acercaba cautelosamente mientras mantenía su mirada en la silla, la cual empezo a girar lentamente, provocando un sonido chirriante y deteniendo a la Demonio de piel grisácea. Ella se mantuvo atenta a cualquier movimiento sospechoso que sucediera, pero todo temor se esfumó al ver al mísmo extraño con el mísmo atuendo que cuando la salvó, sentado en una pose relajada mientras acariciaba lentamente a un gato negro, el cual parecía estar dormido sobre sus rodillas.

Te estaba esperando - Mencionó el desconocido en un tono de voz profundo, a la vez que el gato se despertaba y se bajaba de donde estaba acostado para dirigirse a la salida - Por favor, toma asiento.

Vaggie estaba dudosa en hacerle caso, pero recordando que estaba frente a alguién quién era capáz de asesinar a los ángeles exterminadores la hizo aceptar su oferta, lo último que necesitaba era provocar accidentalmente a alguién así - Bien... - Ella deciso su lanza, aunque no lo hacía plenamente confiaba en que el desconocido no la lastimaría sin razón algúna, por lo que aún dudosa se sentó en el sofa justo frente al escritorio, viendo como el desconocido sacó un par de papeles para luego ojearlos y separarlos, después tomó uno de los tantos bolígrafos que yacían en su lapicero a la vez que volvía a sacar otros papeles, todo esto ante la atenta mirada de Vaggie, quien solo se limitó a guardar silencio mientras volvía a ver el cuarto donde se hallaba, inmediatamente notó en una de las esquinas una televisión mediana, un estante lleno de libros curiosamente llamativo, y lo último en lo que pudo fijarse fue un cuadro donde aparecían ocho demonios allí vestidos con las mismas gafas con lentillas de diferentes colores y mascarillas metálicas cada uno, en donde únicamente pudo distinguir a Séptimo y a la alegre chica del desayuno, ambos con un atuendo diferente.

Muy bien, se que tienes muchas preguntas, así que lo que haremos será que tu preguntaras primero y luego de darte la respuesta yo te preguntare de vuelta y así sucesivamente, ¿esta bien? pregunta lo que te parezca - Anunció el desconocido mientras veía detenidamente a Vaggie, la demonio polilla solo se inclinó un poco para adelante accediendo al juego y finalmente decidió preguntar.

Yo... - Ella lo pensó por un momento, decidió empezar por lo seguro y más importante - Primero quería agradecerte por salvarme allá afuera, en sério... ¿pero por qué lo hiciste? - Cuestionó sin pelos en la lengua, como debía de ser en estas situaciones.

❌Overcome❌ Vaggie Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora