Wish You Were Gay

Segundo capítulo

– Y!?!? Que paso después!? – gritaba desde la otra línea Toga – No me dejes con el suspenso, que paso luego de que le dijeras que te gusta – gritaba muy exaltada

– Por favor baja un poco la voz Toga-chan – creo que era más que obvio que el volumen de mi voz era bastante representativo hacia la tristeza – simplemente... No... Contesto – después de decir aquello en un murmullo un silencio sepulcral inundó la habitación

– Osea que no se dieron un beso? – al parecer mi amiga seguía sin captar lo que hace unos minutos sucedió con el pecoso fuera de mi casa – Dime por favor que ya son novios, es más que obvio que Izuku-chan siempre te está cuidando y te presta atención, te ve más que como una amiga – insistía al otro lado del celular

Simplemente no sabía que decir, estaba al igual en shock, en cuanto le dije a Izuku que me gustaba no dijo nada, no se movió, no actuó, es más pareciese que incluso dejo de respirar por un momento.

– Lo que te digo es lo que pasó – volví a tomar aire y trate de relajar mi cuerpo – parece que se quedó en blanco, no reaccionó... Cuando el silencio fue demasiado volví a tomar la iniciativa y le dije que lo pensara, que no tenía que contestarme ya – mis ojos al parecer se estaban humedeciendo involuntariamente – él, solo asintió, se dio la vuelta y avanzo unos cuantos pasos, pero por última vez me miró de reojo y se despidió como si nada hubiese pasado – finalmente solté una lágrima que rápidamente limpie con mi mano

– Eso no es posible, como que no contesto? – la rubia se estaba exaltando – COMO SE ATREVIÓ ESE BRÓCOLI CON PATAS A NO ACEPTAR A MI MEJORA – al parecer ya era demasiado enojo para ella

– N-no es que no me allá aceptado – tenía mi voz un poco entrecortada, tenía un nudo en mi garganta y lo único que hacía era abrazar mi gran almohada – Dijo que lo pensaría... Tal vez solo fue demasiado repentino – trate de sonar lo más positiva aunque era demasiado difícil

– Ochaco-chan... Por favor, no trates de mentirte – Toga sonaba en verdad preocupada – Pero si estás segura que fue eso, sigues teniendo mi apoyo, pero si ocurre algo que te lastime por favor cuéntamelo, ¿Si? – su voz acurrucaba mi oreja con amor y preocupación

¿En verdad fue repentino lo que le dije al pecoso y no estaba en sus cinco sentidos para captar la situación? O como decía mi amiga, solo trato de engañarme...

Solo pude contestarle a la de ojos felinos con un sonido de afirmación, no me creía capaz de mentirme a mí y a ella, menos cuando la posibilidad de que no era correspondida crecía a cada segundo

Se escuchó un suspiro contrario – Bien, entonces no te desanimes, aún hay oportunidad y hay que celebrar – se notaba a leguas que buscaba como animarme – que te parece si mañana salimos de compras solo tú y yo, como en los viejos tiempo – ahora sonaba demasiado animada, está chica parecía ser bipolar

– Hey, no hables como si fuésemos ancianas – Trate de reír aunque seguía un poco triste – Solo tenemos 20 años – fue lo que conteste para no volver al tema de mi ahora preocupación de posible rechazo

– Pues aunque tengas 20 años, parece que sigues siendo aquella niña de 15 que conocí – me saco en cara mi actitud un poco infantil

– Pues mira quién lo dice – ahora era yo quien la retaba – tu actúas como una niña caprichosa con todo lo que te gusta o no, eres demasiado expresiva – quería olvidar lo sucedido y seguirle el juego

– Pues he madurado eehh –

Era obvio que estaba siendo sarcástica, pero no puedo negar que ella es más adulta que yo, no por nada era de las mejores en su carrera para convertirse en psicóloga, si no es que la mejor