lonely •taegi | yoontae•

Encuentros

—Hijo, por favor.

Se escuchó decir al hombre que estaba de espaldas.

—¿Papá?

—No puedes hacerme esto.

El hombre comenzó a dar un paso tras otro, alejándose de Taehyung.

—¡Espera! —dijo en un grito desesperado.

Alargó su brazo tratando de alcanzarlo, mientras corría tras él, pero el pasillo blanco por el que andaban parecía infinito y su padre parecía no escuchar.

Las lágrimas comenzaron a caer rápidamente por su rostro, a la vez que seguía llamando en vano a su padre.

De repente sintió su cuerpo darle una fuerte sacudida y se sentó mirando a su alrededor con la respiración agitada. "¿Otro sueño?" pensó.

Se llevó las manos a la cara para refregarse los ojos cuando notó cómo se habían humedecido por las lágrimas. Tal vez debería considerar ese psicólogo que le recomendó Jungkook, los sueños eran cada vez más persistentes y no lo dejaban descansar como debería.

¡Tin! ¡Tin!

Tomó su celular que se encontraba en el velador al lado de la gran cama y desbloqueó la pantalla mirando, de pasada, la hora "8.00 AM"

"Mierda, me he quedado dormido," pensó.

Jungkook Socio

"Hola, ya sé que es tarde, probablemente te preguntarás, ¿por qué nadie me ha llamado antes? Bueno, nadie quiere morir para empezar despertándote y, segundo, estamos atareados porque ha llegado un cliente importante de imprevisto y me ha mantenido ocupado, pero si quieres, te esperaremos. De hecho está interesado en hablar contigo." 8.00AM

"En 15 minutos estaré allí."8.00AM

"Ven con cuidado." 8.01AM

"Dile a Jimin que prepare café." 8.02AM

"Entendido." 8.02AM

Taehyung no se preguntó mucho más sobre este supuesto "cliente importante", se apuró en arreglarse para salir lo antes posible. Para su suerte la empresa no quedaba lejos de su apartamento, así que llegaría antes de lo previsto.

**

La puerta del ascensor sonó, dando aviso de que estaba en el piso indicado, donde sólo se encontraba su oficina y un pasillo con el escritorio de su asistente, Jimin.

Las puertas metálicas se abrieron y Jimin se paró rápidamente para saludar a Taehyung y extenderle su café. Le agradeció y tomó un sorbo, mirando la hora en el reloj que se encontraba en la blanca pared. 8.13AM

—Buenos días, disculpa —dijo el castaño notando que no había saludado como correspondía a su amigo.

—Bueno días Tae, creo que deberías pasar.

—¿Ha pasado algo?

Tomó otro largo sorbo y dejó la taza en su escritorio.

—No, pero creo que puede interesarte  —mencionó sonriente.

Taehyung lo miró desconfiado, no lo pudo evitar, ¿interesarle?

Asintió a las palabras del rubio y siguió hasta la puerta de su oficina. Golpeó suavemente, para anunciar que entraría y abrió la puerta con cierta curiosidad sobre lo que podría encontrar. Pero sólo se sintió más confundido cuando al abrir, Seokjin, uno de los actores de renombre que representaba estaba sentado frente a un Jungkook pensativo. Los dos voltearon a verlo inmediatamente.