Conversaciones pendientes

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El silencio reinaba entre ellos, aunque el ambiente no era uno tenso, algo que el pelinegro agradecía. Yoongi le había confesado a Namjoon lo que estuvo pasando entre él y Taehyung y esperaba su respuesta ansioso.
Su amigo los miraba inerte, como si no terminara de procesar la información.

—Entonces... ¿Tú lo sabías, Hoseok?

—Me enteré ayer... ¡Pero fue un accidente! —quiso excusarse rápidamente al notar la expresión de su amigo—. Fui al departamento de Yoongi, con la llave que él me dió y no se me ocurrió hablarle antes... Entonces, los encontré en una situación comprometedora. 

—¿¡Comprometedora!? —exclamó Yoongi avergonzado. 

—No soy ciego, ¿sabías? 

—Vaya... —contestó pensativo el más alto—. Está bien, mientras no interfiera con nuestro trabajo no me molesta. 

—¿Estás seguro? —consultó Yoongi con preocupación. Sabía que seguramente no le gustaría, porque él tuvo que firmar para continuar en la empresa. 

—Sí, sé que me hicieron firmar el contrato ese aparte por mi relación, pero lo entiendo, respeto mucho al señor Kim, así que no hay problema —dijo más que tranquilo, a la vez que se daba vuelta para seguir con lo suyo—. Claro está que no debemos decirlo por los pasillos ni a nadie, no queremos revuelos. Pero me alegro por tí, Yoon. Según lo que me comentaron, están yendo bien y te veo mas feliz. 

—Gracias, Nam... —le agradeció con una gran sonrisa.

Y, ahora que se lo mencionó, tenía razón. Los momentos felices eran mas recurrentes y longevos que los tristes.

—Yoongi, no te distraigas, por favor...  —dijo tajante Namjoon, a la vez que lo observaba. 

El aludido dejó sus pensamientos atrás de inmediato y se dedicó a trabajar concentrado lo que quedaba de la jornada. 

Los detalles que faltaban pulir los dejaban agotados luego de algunas horas, así que prefirieron descansar por ese día, de todos modos iban bien de tiempos. 

—¿Qué harán hoy? —preguntó alegre Hoseok.

—No lo sé realmente, tal vez aproveche a estar solo en casa, hace mucho que no estoy conmigo mismo. 

—Interesante —respondió pensativo su amigo—. ¿Y tú, Namjoon?

—Supongo que saldré con Jinnie, me habló sobre un restaurante que quería ir hace tiempo.

—Ya veo... Creo que necesito amigos nuevos, los míos están viejos...

—¡Oye! —se quejaron los dos al unísono. 

Hoseok se rió y se dió la vuelta, mirando las pantallas nuevamente. Sus amigos lo miraron confundidos, Namjoon prefirió no preguntar y despedirse. Siempre esperaba a que los demás decidieran hablar con él primero, sino no sentía la necesidad de cuestionar. Yoongi, por otro lado, no era así. 

—¿Te quedarás? Ya hemos terminado por hoy, Hobi. 

—Así aprovecharé mi día, Yoon. No te preocupes, me gustaría trabajar en algo particular, ¿qué dices? 

—Me parece genial —le respondió con una gran sonrisa—. Cuando termines me lo mostrarás, ¿verdad? 

—¡Claro! 

—Bien, hasta luego, Hobs. 

—Adiós, Yoon —se despidió sin separar la vista de la pantalla. 

Una vez su amigo estuvo afuera del estudio, agachó la cabeza y se llevó las manos al rostro. No era un buen día, todavía no podía encontrar alguno que lo fuera si era sincero. Sus días pasaban rápidamente frente a sus ojos, no disfrutaba como antes de lo que hacía, de su música... 

lonely •taegi | yoontae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora