Pov Bell.
Después de descargar todas mis penas en el pequeño hombro de ahora mi diosa, emprendimos nuestro camino hacia la cede de la nueva y recién formada "Familia Hestia".
Nos alejamos de las calles concurridas de Orario y nos alejamos a la zona pobre, como una forma de llamarla, el lugar en su mayoría está en muy mal estado, edificios en muy mal estado, personas con trapos como ropa...
Es muy triste, tener que soportar este mundo en tan lamentables condiciones... Me dolía verlos de esta forma... Pero no puedo hacer nada, por estos momentos yo no me encuentro muy alejado de estar como ellos.
Hestia: Estamos cerca... Solo hay que caminar un poco más.
Asentí mientras seguía viendo estas tristes calles, en una zona apartada de la mirada del Gremio y oculta de la luz de Orario... Quiero poder ayudarles, pero de momento no puedo, no ahora, ni mañana, ni siquiera será pronto... Pero algún día será.
Dirigí mi mirada a la pequeña figura de mi diosa, parecía querer salir de este lugar rápidamente... No se por que, pero pareciera que su aura se ve triste por alguna razón.
Deje de indagar en mis pensamientos, por que seria inútil tratar de descifrar la mentes de los dioses.
Bell: Umm...
Dirigí mi vista nuevamente hacia delante, observe como edificaciones semi-destruidas y destruidas entraban en mi campo de visión.
Al parecer Hestia-sama no mentía al decir que era muy pobre...
Pero realmente no me importa... Las cosas lujosas no llaman mi atención, hasta cierto punto, es decir si me ofrecieran una cantidad absurda de dinero la tomaría y agredeceria a la persona del gesto.
Hestia: Muy bien Bell-kun, este es el lugar donde vivo...
Su dulce voz me sacó de mis pensamientos, observando hacia el frente me encontré con una iglesia muy deplorable...
Este sitio no es lugar para una diosa.
Dije en mis adentros, literalmente el lugar pareciera que caería en cualquier momento y esta pequeña diosa vive aquí.
Hestia: Q-que te parece?
Su voz se escuchaba nerviosa puede ser por mi silencio prolongado, volte mi mirada directamente a sus ojos, azul zafiro y rojo rubí chocaron.
Bell: No hay problema para mí.
Dije con una sonrisa, vi como sus nervios desaparecían y soltaba un suspiro de Alivio.
Tengo que trabajar mucho si quiero darle una buena vida a Hestia-sama.
Dije en mis adentros, tal vez no nos conocemos mucho, técnicamente no nos conocemos para nada... Pero ella sera mi diosa de ahora en adelante, Haci que tratare de darle lo mejor.
Hestia: Entonces entramos.
Dijo mientras abría la puerta de esta abandonada iglesia y me daba paso a entrar al oscuro lugar.
Camine hacia los adentros de la iglesia observando el destruido lugar, no está en tan malas condiciones como el exterior, vi como Hestia-sama se dirigía hacia una esquina de la habitación, inconscientemente la seguí.
Vi como abría una entrada oculta de la iglesia, me sorprendi un poco ya que no espere que eso pasara, bajamos las gradas y llegamos una habitación debajo del lugar, tenía lo esencial unas lámparas, una cama, una pequeña mesa, un sillón que se encontraba en malas condiciones más lo suficientemente bueno para seguir usándolo, explore el lugar con mis ojos, logre ver un pequeño baño.
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-El heroe de la Amazona-
FantasíaReinicio de la historia anterior. Bell Cranel un aventurero novato que apenas está iniciando, se adentra a las fauces del "Calabozo" un ser tan incomprensible hasta para los mismos Dioses sin embargo que pasaría si este se encuentre con alguien que...