•CAPÍTULO 1

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THE BLACK SISTERS
CRUCIO
I. El sonido de la fuente.
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El agua gorgoreaba dentro de la fuente modelada en granito afuera de la construcción de piedra blanca en el límite de las tierras altas de Escocia. Aquel apartado lugar estaba lleno de misterios, magia y secretos que databan desde siglos anteriores.

Sin embargo las construcciones allí creadas eran de una belleza medieval que atraían a cientos de personas, entre ellos magos y brujas extranjeros, turistas o pueblerinos quienes yacían en los montes aledaños.

—¿Le gusta el lugar, señorita Black?

La bruja de ojos castaños y cabello ondulado hasta los hombros asintió y una leve sonrisa fue esbozada por sus labios pintados de un tono vino. Al comienzo la mujer no había tenido mucha confianza en ella, se veía demasiado refinada como para interesarse en un sitio como aquel.

—Es perfecto, señora Barrish —contestó con entusiasmo, una emoción que desde hace mucho Andrómeda Black no demostraba.

—Voy a hacer los papeles entonces y firmaremos las escrituras en tres días—señaló —Debo hacer el papeleo en el ministerio y después volveré para que todo quede finalizado, el pago lo hacemos ese mismo día; no obstante puedes comenzar a instalarte desde ya si así lo deseas.

—Pues estoy ansiosa de poder hacerlo, así que le tomaré la palabra.

—Nos veremos entonces, lo mejor es que no deben preocuparse de los muggles; prácticamente estas tierras son desconocidas y muy lejanas para que lleguen hasta acá, excepto los historiadores, pero son fáciles de despistar. Escocia tiene demasiadas tradiciones como para que encuentren extraños algunos modismos de nosotros los hechiceros.

Andrómeda le otorgó una sonrisa y después de eso se despidió de la regordeta mujer, quien desapareció por la chimenea de la construcción después de haber utilizado los polvos flu que yacían en el recipiente.

Giró sobre sí misma y corrió a abrazar a Ted, quien estaba observándola con atención y una sonrisa cálida en los labios.

—¡Al fin, Ted! ¡Al fin es nuestra! —chilló y depositó un beso tierno en los labios del mago que en ese momento la rodeaba con sus brazos, fundiendose así en un abrazo totalmente contenedor.

Luego de haber dejado la Mansión Black, la mayor de las hermanas había tenido que correr demasiados riesgos y también salir de su zona de confort. Desde niña que jamás había pasado necesidades bajo el alero de su familia, no obstante había llegado la hora en la que tuvo que echar a volar lo más lejos posible.

«Crucio»  The Black Sisters²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora