El rescate

1.6K 148 33
                                    

¨Mikey¨

La conocida canción del tono de mi T-phone sonó y empezó a despertarme.

Adormilado, moví mi mano para contestar la llamada, pero me di cuenta de que ésta no se movía de donde estaba, ni tampoco la otra. Abrí los ojos, tratando de descifrar porqué mis manos estaban quietas, pero en cuanto vi unas rejas frente a mí y me sacudí abruptamente, supe de inmediato qué pasaba.

Estaba encadenado.

Mis brazos estaban estirados hacia arriba mientras permanecía de rodillas al frío suelo. Intenté tirar de las cadenas para romperlas, pero ellas estaban perfectamente adheridas al techo, así que fue inútil. La canción de mi T-phone aún sonaba y deseé que permaneciera así mientras trataba de llegar a él de algún modo.

De pronto, se me ocurrió una idea. Me recosté lo más que pude al suelo y comencé a menear mi cuerpo para que el T-phone de mi bolsillo se arrastrara y saliese. Es un truco que aprendí gracias a Donnie, y aunque nunca lo llevé a la práctica, me alegró que me funcionara.

Finalmente, con ayuda de mi pie, respondí a la llamada.

-¿Donnie? -pregunté, aún sabiendo que se trataba de él.

-¿¡Mikey!? -me respondió de vuelta.

-¡Donnie! ¡Por favor, ven a buscarme! ¡Estoy encerrado en una celda! ¡Creo que el Clan del Pie me tiene! ¡Sácame de aquí! -pataleé infantilmente, a pesar de que él no podía verme.

-No te preocupes, Mikey, ya íbamos para allá gracias al rastreador de tu GPS -oí la voz de Leo.

-Sí... Muchas gracias. Los esperaré aqu...

-¡Cuidado! -oí la voz de Raph, lo cual torpemente mi hizo sonrojar - Más atento, genio. Los humanos casi te ven.

-Sí, sí, lo siento -dijo Don - Mikey, ¿sigues ahí? Escucha, iremos por ti pronto. ¿De acuerdo? Ahí nos veremos.

-¡Espera un momento! -exclamé antes de que colgara - Chicos... tengo que decirles quién fue la que me secuestró. La persona que me trajo fue...

-Eso lo discutiremos cuando te saquemos de ahí, Mikey. Ahí nos veremos -sentenció Don.

-¡Pero...!

Beep... Beep... Beep...

-Genial... -expresé con sarcasmo.

-No te creerán -oí la voz de...

¡Ay, por favor! ¡No puedo creerlo! ¡Me sale hasta en la sopa!

-¿¡TÚ QUE SABES!? -Bramé, mirándola con odio desde el otro lado de los barrotes.

-¿Cuántas pruebas más necesitas?

-¡LÁRGATE! -ya no la soportaba más. ¡Quiero que esa mujer desaparezca!

-Eres tan adorable -rió con sorna - Supongo que ya conoces a Baxter Stockman, ¿verdad? Pues déjame decirte que tendrás la dicha de convertirte en su Conejillo de Indias favorito. Tiene brillantes planes contigo utilizando esa sustancia verde y gelatinosa que me transformó... en esto -se señaló a sí misma egocéntricamente.

-¡Ojala nunca lo hubiera hecho, así podría aplastarte! -sacudí las cadenas con rabia.

-Vaya, pareces psíquico -se hizo la sorprendida - Eso es exactamente lo que haremos. Baxter ya creó un retromutágeno o como se llame, y lo usará con... ¿adivinas con quién?

-¿Con...tigo? -traté de adivinar.

-¡Qué torpe eres!... Pero sigue así, tal vez algún día podrías ganar el premio de los más tontos.

-¿Ganar un premio? ¿Y para qué quiero un premio? ¡No me interesa! Sólo quiero salir de aquí.

-¡Idiota! ¡Era sólo una socarronería! -exclamó, exasperada.

-¡No sé qué significa eso! -le devolví el grito.

-¡Que es una ironía!

-¿¡Y eso que tiene que ver con el premio!?

Iba a decir responder algo de vuelta, pero sólo se limitó a arrastrar su mano por su cara como si quisiera arrancársela. Y suspiró.

-No tiene caso discutir con un inane cabeza hueca -volvió a ponerse seria - Sólo tengo que soportarte un poco más, ya que cuando el retromutageno de Baxter te transforma en una tortuga común y corriente... te aplastaré. Me llevaré a Raphael conmigo, y cuando lo haga, convertiré a tus hermanos en sopa de tortuga y a tu maestro en rata rostizada. Tendré comida para meses.

-¡CUIDA TU BOCA, BRUJA! ¡Eso jamás sucederá!

-Oh... claro que sí -dijo con una vil mirada de confianza y se marchó de la mazmorra, riéndose.

Esa malvada mujer... ¡definitivamente no se saldrá con la suya! ¡No la dejaré!

***

Me estaba quedando dormido cuando en eso escuché una puerta abriéndose de golpe, unos disparos láser, sonidos robóticos deteriorándose y metal contra metal. No necesitaba ver lo que había detrás de la celda para saber qué era lo que estaba pasando, así que sonreí con mucho gusto desde mucho antes que aparecieran mis hermanos mayores.

-¡Mikey! -gritaron los tres al unísono al verme.

-¡Hermanos! -mis ojos se iluminaron.

Forzaron el candado y abrieron la celda de golpe. Leonardo cortó las cadenas que me ataban con un elegante corte con su katana. Quise levantarme para darles un abrazo de agradecimiento, pero mis piernas no me respondían.

-Llevas mucho tiempo así... Necesitas empezar de a poco -observó Donnie mi estado.

Iba a hacer lo que me dijo; empezar a levantarme de a poco, pero alguien estaba más apresurado que todos los demás... como siempre. Y ese alguien me tomó en "modo princesa" para cargarme.

-Vámonos ya -dijo Raph como si nada, pero yo, al tenerlo tan cerca de mí, me puse nervioso y sentí que rápidamente recuperaba el calor corporal que mi cuerpo había perdido por estar mucho tiempo en la fría celda.

-Buena idea, Raph. Andando. Salgamos rápido de aquí o vendrás más de esos ninjas -ordenó Leo, adelantándose.

Claro... debieron haberse enfrentado a varios de ellos sólo para salvarme. ¡Hey! Eso significa entonces que si pasaron por la sala principal que lleva a mi prisión, entonces...

-¿Cómo burlaron a Kala? -pregunté.

-¿Ya estás otra vez, Mikey? -suspiró Raph, viéndome con ojos entrecerrados.

-¡No! ¡Es en serio! -insistí - Ella misma me dijo que Baxter creó retromutágeno y que iban a convertirme en una tortuga normal y corriente para aplastarme, y que luego haría lo mismo con Leo, Donnie y el maestro Splinter para convertirlos en su cena. Y que a ti te secuestraría.

-Linda historia, enano. Pero si Baxter hubiera creado retromutágeno, no seguiría convertido en una asquerosa mosca, ya que la usaría para él antes que aplicarlo con cualquier otra cosa -explicó su punto de vista.

-Eso no te lo niego, Raph -lo apoyó Donnie - Vi entre las cosas de Stockman y no tiene nada parecido a un retromutágeno.

-Pero...

¿Eso quiere decir que Kala me mintió?... Pero no parecía mentira. Su amenaza era real...

-Debiste haber soñado, enano -dijo Raph, empezando a caminar - Salgamos de una vez.

Demonios... odio que esa mujer tenga razón; mis hermanos no me creyeron otra vez.

Supongo que, tal y como dijo el sensei, decirlo no basta. Voy a tener que mostrárselos de alguna manera. Buscar pruebas o algo... O quizás esperar a que el momento llegue por su cuenta. ¡Pero no me rendiré! Pues, como el maestro Splinter dice: "pudieron ganar la batalla, pero no la guerra", y esta guerra... aún continúa.

No voy a permitir que esa lagartija loca se salga con la suya. No permitiré que le haga la vida imposible a mi familia y se lleve a mi Raph.

¡Lo impediré a toda costa! Aún si tengo que tomar riesgos.

Lo que siento de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora