Problema No.1 resuelto

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RAPHAEL

Suspiré. Pensé que era mejor irse mientras Mikey se tomaba un respiro, pero NO puedo dejar las cosas así. No quiero seguir viéndolo así, quiero que vuelva a sonreír. Todo es mi culpa... pero como dijo él, una simple disculpa no basta. No sé qué hacer... En estos momentos me gustaría escuchar unos consejos del maestro Splinter. Solían salvarme...

-Mikey -digo de pronto. Ni siquiera sé porqué; no tengo nada qué decir. 

Me quedé pensando en algo, y de repente se me ocurrió decir ESO.

-Esta noche aprendí una lección muy importante -digo -. Aprendí que debo escuchar a quienes me quieren y me rodean.... a ti. Kala me mostró su verdadera cara... Tal y como tú decías, es una bruja. Me confesó todo. Y todo lo me habías dicho era cierto... Soy un tonto, Mikey... -apreté mis manos -. Quisiera poder hacer algo.... pero no sé qué hacer para que te sientas mejor. Sabes que no soy bueno en estas circunstancias, que no soy bueno para pedir disculpas... a pesar de que lo digo todo el tiempo -me detuve un momento -. Perdón si rompí mi promesa... No te protegí ni te cuidé cómo debía. Soy un mal hermano... Merezco tu odio, no tu perdón. 

Lo escucho levantarse., pero no soy capaz de ver a dónde iría. Tal vez saldría por la puerta y esperaría a que me vaya para volver aquí. Sin embargo..., esa idea se me borró de mi cabeza al momento que vi los brazos de Mikey apareciendo por mis costados. Me abrazó por detrás. 

-Eres un idiota...., Raph... -me dijo. En muchas ocasiones de mi vida me hubiera molestado oír eso, pero ahora me hizo sonreír. 

Me di vuelta y lo abracé, hundiendo su cabeza en mi cuello. Nos quedamos así por un buen rato y después nos fuimos a sentar a la cama. Yo acariciaba su cabeza mientras la tenía apoyada en mi hombro. 

-Entonces... -dijo de pronto -. ¿Ya no volverás a verla?

Supe de inmediato de quién se refería.

-Claro que la veremos de nuevo, Mikey -respondo -. Tal vez en algunas de esas peleas sorpresa. 

-No. Me refiero a que TÚ no volverás a verla... a solas.

Eso me sorprendió un poco. Es obvio que volveré a verla. Ella me buscará, y claro que aprovechará cada momento en el que yo me encuentre solo para hablarme. Eso se podría considerar como vernos a solas. Pero no podía decirle eso a Mikey... 

-No lo sé, Mikey... -le contesto -. Espero que no.

Eso sonó convincente, pero no para mí. Sé que mentía. Ajjjh, ¿por qué? ¿Por qué quiero verla?.... Es ridículo... necesito olvidarme de ella. "Cómo puedes olvidar algo que te da vueltas en la cabeza?", la pregunta del maestro Splinter llegó de la nada al pronunciar esa palabra. Entiendo, entiendo.... no será fácil rechazar lo que siento por ella. 

-Raphie... -me dijo Mikey -. No te odio.

Continúo acariciándolo. Me alegra que al fin las cosas se solucionaran. Sabía que irme y dejar las cosas así no eran buena idea. Lo vi sonreír, y por un momento olvidé mis problemas con Kala. Era mejor así. Ya me siento mejor. De repente, escucho sus ligeros ronquidos de bebé. Se había quedado dormido. Lo tomé en brazos delicadamente para no despertarlo, abrí la ropa de cama y lo acosté. 

-Raphie... -dijo entre sueños. Volvió a sacarme una sonrisa mientras lo tapaba -. Te amo...

Me quedé mirándolo. Debo admitir que me sorprendió un poco. Recordé aquella vez que me dijo eso, en su cuarto. Y no sé porqué, pero también recordé el beso que le di accidentalmente. 

-Descansa, hermano -le digo y me voy por la ventana.

Subo al tejado y me recuesto allí, observando las estrellas y usando mis manos como almohadas. Recordé a Casey... Él ha de estar durmiendo en el volante de su furgoneta. Llegó aquí muy exhausto. Suspiro y pienso. Mi problema número uno ya se solucionó. Ahora debía solucionar mi problema número dos, el cual se trata de Kala. Me gustaría darle su merecido, pero cada vez que recuerdo sus labios junto a los míos o tocándome o su aliento rozando mi cuello... mi corazón comienza a latir fuerte. Maldita sea... ya no quiero sentir esto. Necesito odiarla para vengar el mal rato que pasó mi hermanito... Pero no puedo. Estoy en una guerra entre mi corazón y mi cabeza... Sé que nunca he escuchado al primero, pero es demasiado fuerte. 

Ya no sabía en qué pensar o en qué creer hasta que el sueño comenzó a vencerme. Yo solamente me dejé llevar por él para no seguir pensando.

Lo que siento de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora