La primera vez que la vi

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Narra Mireia

Tras una dura semana de entrevistas por mi nuevo disco, toca trabajar en el nuevo proyecto que me han brindado; ¡Tu cara me suena! Me alegra mucho que me hayan dado la oportunidad de participar en este programa ya que, al no ser tan conocida como el resto de jurado, me ayudará a darme a conocer y, por fin, ver a quien ha sido mi ídolo desde que soy pequeña: Mónica Naranjo. 

Día 1 de enero

Me levanto entusiasmada, pues hoy empieza una gran aventura. Me hago las maletas para estos meses que voy a estar fuera. Mi novia, Clara, no me podrá acompañar al aeropuerto, trabaja de policía y está muy cansada.

Acabando las maletas, me miro en el espejo y me doy ánimos y fuerzas para este viaje que voy a emprender. Será duro quizás, lejos de las personas que quiero, pero una gran oportunidad para mi carrera y para mi yo personal. Me dirijo a la cama y le doy un tierno beso a Clara en la frente, despidiéndome de ella cariñosamente. Ella entre bostezos me lanza un beso y me dedica una linda sonrisa. Abro la puerta y ya, aquí empieza el camino. Es la primera vez que voy en avión y, aunque el trayecto es corto, me da un poco de nervios, espero que todo vaya bien.

Llego a Madrid y por suerte no me dio tanto miedo el avión como pensaba. Pedí un taxi para que me llevara hasta el hotel donde me quedaría estos 6 meses. Allí me estaba esperando un trabajador que me mostraría mi habitación y me enseñaría las instalaciones. Me fui a instalar, a colocar toda la ropa en el armario e intentar hacer de esa habitación un lugar acogedor, al fin y al cabo, esa sería mi 'casa' durante 6 meses. Como de costumbre, puse las canciones de Mónica de fondo para poder hacer estas tareas tan pesadas más amenas. De repente tocan la puerta, lo pude escuchar muy suave por el volumen de las canciones. Me dirigí a abrirla y... wow, es ella. La verdad es que no sé qué se me pasaba por la cabeza, solo pensaba: es ella, es la real. Mi cuerpo y mente se quedaron totalmente anonadados ante la belleza que estaban viendo mis ojos.

-          Mó: ¡Hola! Soy Mónica, la que está cantando en tu móvil jajajaja. – Soltó una tierna carcajada que me dejó aún más embobada de lo que estaba.

-          Mi: Ho-hola, soy Mireia, encantada. Perdona si te ha molestado el volumen, me suelo poner tu música cuando tengo que trabajar o hacer algo que me da pereza. – Apagué la música para poder hablar tranquilamente con ella.

-          Mó: Tranquila, ningún problema. – Me sonrió tímidamente. – Vas a trabajar con nosotros estos meses?

-          Mi: Sí, soy la 4ª jurado. 

-          Mó: Perfectísimo. Si quieres puedo presentarte al resto de jurado.

Asentí con la cabeza y la seguí. Se giró, me dio la espalda. Llevaba unos tejanos ajustados y una camisa por dentro. Me quedé mirándola por unos instantes, sus andares, sus curvas, su esencia y seguridad. La pude oler, sentir, cerré los ojos sin querer, me temblaban las manos. Decidí dar un paso para seguirla, me sentía en cámara lenta. Su pelo se movía al son de sus pasos. Se metió en el ascensor y me hizo una señal con su mano de 'ven, te espero'. Me puse a su lado y esperamos a que la puerta del ascensor se abriera. Cuando llegamos a la planta, las puertas se abrieron, ella dio el primer paso, y en esos instantes nuestras manos se rozaron tímidamente. Ella volteó para mirarme y yo, aún seguía temblando por haberla rozado. Me sonrió y me indicó con la cabeza que la siguiera. Me llevó hasta una sala donde estaban todos los que trabajarían conmigo esos 6 meses. Me fui a presentar.

Cuando las miradas hablanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora