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Finalmente era la hora, día y lugar en el que habían citado al rubio cenizo. Se encontraba en el quinto cerezo del jardín cómo había indicado su acosadora, sus manos sudando un poco y su ceño fruncido. Del coraje de la tardanza de la escuincla, dio un golpe a puño cerrado en lateral al arbol, para no lastimarse los nudillos. Sus manos lanzaron algunas chispas. Dos cabelleras desde un arbusto a la distancia suficiente para escuchar, se asomaron uno con su ceño fruncido y el otro negando.

— Kacchan, debes tener paciencia. — Reprendió el de cabellos verdosos, sacándose un zapato y arrojando este a la cabeza del rubio. Este frunció más y más su ceño, comenzando a caminar directo a donde estaba su amigo de la infancia, pero se detuvo al escuchar unos suaves pasos llegando.

El bicolor estaba con su amigo, apoyó su mano en la cabeza de este y lo hundió más en el arbusto, haciendo un gesto de que se callara. El chico se encontraba con su ceño fruncido producido por los celos, pero no era lo suficiente experimentado en asuntos sociales y no sabía de qué era por eso. Prestó atención a los asuntos con Bakugou y la desconocida, llevándose una sorpresa: Ella era la chica que lo había empujado por las escaleras. Para él y Izuku era una gran sospresa, y también para ustedes que están leyendo esto.

La joven tenía cabello azul y ojos rojos, piel de porcelna, era la cosa más hermosa del universo. Pero a nuestros protagonistas les pareció algo normal, básica, no veían ninguna cosa distinta en ella. Bakugou alzó el rostro, mostrándose amenazador y imponente ante la pequeña chica de un metro cincuenta, vaya tamaño típico. La joven se notaba boba ante Bakugou, cómo toda típica fan algo básica, mostrándose inmóvil y vulnerable. Bajó su rostro con sus mejillas rojas, y frotó sus dedos entre si bastante tierna.

— ¡Hizo el gesto de cojeme! — Shoto tuvo que tapar la boca de Izuku y hacerlo ocultarse nuevamente, quien había saltado por las acciones de la chica. En el último año si que se había vuelto confiado con sus amigos, apenas era reconocible.

Bakugou bastante impaciente llevó sus manos a sus bolsillos, todavía con su rostro aterrador —. ¿Qué maldita mierda quieres?, bastarda—. Sonaba bastante tosco, pero era comprensible que reaccionara así ante quien lo había "perturbado" por meses.

— Y-Yo, ¡quiero conocerlo más, senpai!.
— Alzó su rostro viendo cómo su cara pálida estaba rojiza, Bakugou chasqueó la lengua por el comentario de la chica, parecía típica confesión de los mangas.

Llevó su mano a su rostro, mirando a otro lado y poniéndose rojo por contener la risa. Las ganas de imitarla y burlarse de su gesto lo dominaban, pero su fuerza de voluntad por la seriedad del asunto lo dominó. Quitó su mano de su rostro y volvió a mirarla finamente, con algo de confusión por el cariño extraño que tenía la chica, o el que demostraba. Él no creía poder ser amado por alguien, le parecía imposible conseguir una pareja en el futuro, era algo desconocido, ni había dado su primer beso.

— ¿Sólo por eso me molestaste para venir aquí? —. Se acercó más a la contraria, haciéndola retroceder por su amenazadora presencia —. ¿Eh? Te estoy preguntando, responde.

La cara de la femenina se arrugó, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas por el miedo, cosa algo exagerada si no es por parte de niños. La chica balbuceó por lo bajo algo inaudible, provocando que Bakugo frunciera aún más su ceño. — ¿Qué dijiste?.

— Y-Yo sé que usted piensa que soy quien le escribe cartas y se las deja en el casillero, pero no soy yo
—. Unas pequeñas lágrimas corrieron por sus mejillas, era lamentable verla llorar, daba algo de asco. El bicolor se retorció en los arbustos, comenzando a procesar que pasaría si ella sabía que era él quien dejaba las cartas de Bakugou y le decía eso al rubio. Un pequeño miedo comenzó a brotar en su cuerpo, trató de disimular, pero el listo Izuku decifró que algo iba mal.

Katsuki la miró confundido, si ella no era la responsable ¿Quién podría ser?. Se acercó a la femenina y la tomó con fuerza del cuello de la camisa, mirándola fijamente de más cerca con su asesina mirada, sus narices rozaban. — Sí no eres tu quien puso esas mierdas en mis zapateras, ¿Quién fue?.

La azabache tragó saliva. Por el rabillo del ojo, miró claramente el arbusto donde los dos amigos del rubio estaban. Shoto sintió un poco de presión al ver eso, la chica lo miraba fijamente y su expresión afligida se convirtió en una de burla. Izuku se volvió a alertar, y miró lleno de preocupación la situación, debía planear algo antes que fuera muy tarde. ¿Qué podía hacer para ayudar a su amigo? ¿Cuál era el miedo en él? Ya iba armando películas en su cabeza, más que las que se arma una novia de un fuckgirl. Puso su mano en el hombro de Shoto, y lo miró fijamente asintiendo en señal de apoyo.

— ¿Y? Responde. — Sacudió a la chica con su brutalidad, pero esta no se inmutó y lo miró fijamente de nuevo. Repentinamente parecía llorosa y aterrada, aunque anteriormente tenía una expresión burlona.

— Y-Yo, no sé bien si decirlo... — Corrió la mirada del rubio de nuevo, pero esta vez al suelo, mostrándose algo apenada. — No creo que me creas si te digo quien fue.

Frotó sus dedos índices entre sí, mostrando una apariencia débil y tímida. El rubio la miró confundida, y la sacudió de nuevo. Le molestaba que no le respondiera de una vez, no tenía paciencia suficiente para soportar esas pausas y menos su curiosidad. Ante la sacudida, la joven pegó un chillido muy alto y lagrimeó, dejándose caer al suelo de forma algo dramática.

— Está bien, te diré quien fue. — Sus ojos fueron directo al arbusto donde estaban los jóvenes, y volvió a poner esa expresión burlona casi indetectable.
— ¡F-Fue Todoroki-senpai!
— Exclamó y señaló el arbusto. El mencionado no se sorprendió y sólo se quedó calmado, en el lugar.

Katsuki se mostró confundido, estaba procesando lo que estaba pasando. Su mirada viajó de la chica al arbusto y del arbusto a la chica, así repetidas veces mientras se tomaba su tiempo a que su cerebro terminara de procesar. Era una broma muy estúpida.















Piojosos, voy a publicar una vez a la semana a partir.

Así que esperen el próximo capítulo la semana próxima.

Gracias por votar y por sus hermosos comentarios. Ahora podremos iniciar con una historia con capítulos más largos.

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