Capitulo 11: ¡Splat!

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"Noche tranquila", comentó uno de los observadores a su compañero. "Crees que pasará cualquier cosa".

"No, todo el mundo es consciente de nuestra neutralidad, no hay forma de que ...". se detuvo y los dos miraron inexpresivamente el montón de hombres muertos con túnicas negras que habían aparecido frente a ellos. "Sospecho que ahora sería un buen momento para pedir refuerzos".

"Sospecho que sí", asintió el otro. "¿Crees que Black se abstendría de matar a alguien más si se lo pedimos amablemente?"

"No puedo decirle a un pez que deje de nadar", se encogió de hombros el otro. "¿Quieres volver al cuartel general o subir y entrevistar a Black?"

"¿Voltear por él?"

"Claro", el hombre sacó una moneda de su bolsillo. "Llámalo en el aire".

"Cabezas", los dos hombres miraron la moneda. "Diviértete con Black".

"Diviértete con tu informe", respondió mientras su compañero desaparecía. "¿Por qué no pudo haber esperado hasta el próximo turno y cargarlos con el papeleo?" El hombre sacudió su cabeza

Caminando lentamente hacia el hotel, el hombre se devanó la cabeza tratando de pensar en una forma de informar de todo esto de tal manera que nadie exigiera el arresto del Sr. Black.

"¿Viste eso?" El sorprendido empleado del hotel estaba mirando por la ventana hacia la pila de mortífagos muertos. "Simplemente cayeron del cielo".

"Sí, lo hicieron", asintió el hombre. "Soy policía, no salgas y no te vayas. Pronto tendremos a alguien para que te tome declaración".

"O Ok", estuvo de acuerdo el empleado.

"¿En qué habitación está el Sr. Black?"

"Un momento", el recepcionista del hotel conmocionado comprobó sus registros. "Habitación 1003".

"Gracias", el oficial se subió a uno de los ascensores. "Decimo piso."

El viaje hasta el décimo piso transcurrió en silencio y después de que se abrieron las puertas, el policía suizo caminó hacia la puerta de la habitación de Harry y llamó.

"Te estaba esperando," saludó Harry al hombre mientras abría la puerta. "¿Le gustaría entrar o le gustaría que vaya con usted?"

"Hola Sr. Black, mi nombre es Willelmus Petersen, ¿por qué no me cuenta lo que pasó de camino al vestíbulo?" Sugirió el policía suizo después de echar un rápido vistazo a la habitación. "De una forma u otra, estoy seguro de que planeas cambiar de hotel de todos modos".

"Está bien", acordó Harry cargando su mochila al hombro. "Fue lo más extraño, estaba parado en mi balcón comiendo un trozo de chocolate y de la nada apareció un grupo de mortífagos".

"¿Entonces cayeron misteriosamente a la muerte?" Petersen preguntó con una ceja levantada.

"Fue lo más extraño", asintió Harry, "ni siquiera sé cómo pudieron encontrarme".

"¿Por qué los mortífagos lo estarían buscando, Sr. Black?"

"Siempre están tratando de matarme," Harry se encogió de hombros. "Simplemente asumí que yo era el objetivo".

"Ya veo", Petersen asintió felizmente, "parece que debería funcionar. Pronto llegará un auto para llevarte a un nuevo hotel, nos comunicaremos contigo nuevamente después de que hayamos tenido la oportunidad de borrar esto de los recuerdos del personal del hotel ".

"Está bien," Harry negó con la cabeza. "Todo lo que quería hacer en Suiza era comer un poco de chocolate y comprar un reloj nuevo, ¿era demasiado pedir?"

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