Make a Wish

Plomo zepelín

"¿Bien?" Henchgirl preguntó con una mirada de preocupación en su rostro, "¿cómo está él?"

"Se quedó dormido justo después de terminar la segunda botella". El profesor se sentó junto a su asistente, "Estoy preocupado por él".

"Yo también", asintió Henchgirl. "¿Qué causó todo esto?"

"Vio algunas cosas terribles hoy", el profesor negó con la cabeza. "Cosas muy terribles".

"¿Qué?"

"No puedo decirte Henchgirl", el profesor tenía una mirada triste en su rostro. "No me atrevo a decirlo".

"Entiendo", asintió Henchgirl.

"Comenzó a hablar después de terminar la primera botella", hizo una pausa el profesor. "Me dijo algunas cosas bastante impactantes".

"¿Que tipo de cosas?"

"Algunas cosas bastante impactantes," el profesor levantó la mano. "Antes de que te lo diga, quiero que recuerdes que es nuestro amigo y que acordamos estar a su lado".

"Lo sé profesor," Henchgirl estaba empezando a preocuparse. "¿Qué podría haberte dicho que te preocupe que lo olvide?"

"Bueno," comenzó el profesor. "Me dijo . . ."

IIIIIIIIII

Harry se despertó tarde a la mañana siguiente con un fuerte dolor de cabeza. "Oh Dios, ¿dónde estoy?"

"Estás en nuestra percha", respondió el profesor en voz alta. "¿Le gustaría una gira?"

"Me gustaría algo para acabar con esta resaca," siseó Harry. "O algo para suicidarme, de momento no me importa cuál me quede".

"Haré que Henchgirl prepare algo", asintió el profesor. "Vuelvo enseguida."

Harry pasó varios minutos más revolcándose en agonía antes de que el profesor regresara, "¿Lo entendiste?"

"Sí," el profesor asintió con orgullo. "Un sorbo de esto mataría a una manada de elefantes".

"¿Sabes que estaba siendo sarcástico sobre todo el asunto de suicidarme, verdad?" Preguntó Harry sin abrir los ojos.

"Sí," el profesor asintió con nerviosismo. "Por supuesto que lo hice, volveré enseguida con la poción. Solo necesito ... sacarla de la habitación por unos minutos antes de dársela."

"Bien," suspiró Harry. "¿Por qué estoy maldito con una vida así?"

"Aquí tienes," respondió el profesor con otra poción de aspecto extraño. "Un sorbo de esto matará tu dolor de cabeza."

"Gracias," Harry bebió la poción. "¿Por qué no sabe como el piso de un baño de hombres?"

"Le pregunté a Henchgirl sobre eso una vez", sonrió el profesor. "Dijo que podría hacer que tuvieran un sabor terrible si quisiera, pero que agregaría varios pasos y no tendría otro propósito que hacer mi vida más miserable".

"Oh," los ojos de Harry se entrecerraron mientras contemplaba todos los viles brebajes que Madame Pomfrey le había dado a lo largo de los años. "¿Echemos un vistazo a este Zeppelin suyo?"

"Vamos", asintió el profesor con entusiasmo. "Camina por aqui."

"Claro," Harry se encogió de hombros y comenzó a seguir al profesor.

"Ahí está," el profesor asintió con orgullo. "Doscientos metros de largo y cuarenta y dos metros de diámetro. Es capaz de alcanzar velocidades de hasta doscientos kilolitros por hora y creemos que los amuletos se mantendrán estables hasta noventa y dos años sin mantenimiento".