| Mi Corazón De Melocotón 2 |Chandler Riggs FanFic|

Capítulo 18: Broken heart

¿Qué cosa? ¿Qué él qué? No entiendo. La información es muy casta para entrarme con facilidad a la cabeza. La adrenalina corrió por mi nuca, dejando un rastro de calor en mi frente.

"de que hablas?"

Y yo esperando a que la vida me haga un buen favorcito, y que no sea lo que estoy pensado. Me apoyé sobre mis codos tratando de no despertar a Hazza, y me quedé con la vista puesta en el chat. No debe tardar mucho en responder, aunque la intriga me está consumiendo como el fuego, maldita sea. ¿Y si quiere terminar conmigo? No no, eso ya sucedió en el pasado. Y ambos sabemos exactamente que podríamos estar muertos si no nos hubieran encontrado a tiempo. Y todo viene de su raíz, mi coma fué a causa de la ruptura. Aunque está mas que obvio, no lo volveré a intentar. Jamás.

Chandler no respondió. Su último mensaje era ese, estaba desconectado. ¿Hermosa la vida, no? Me levanté por un poco de agua, joder, que sed. Bajé las escaleras dedicándole una generosa sonrisa a mi madre, llena de confianza y amor. La extrañaba, y ya no me costaba admitirlo. Bebí una muy buena cantidad de agua y subí a mi habitación.

Es verdad, ya ni hablo con Sam, pero no estaría tan mal un poco de ayuda masculina.  Volví la vista a mi celular y sin dudarlo lo agarré y marqué el número de Sam. Contestó al instante.

"Ok, espera déjame agarrar las llaves del auto"

"¡Sam! Vives prácticamente al lado mío"

"Se que quieres que esté ahí pronto, espera. Se que soy irresistible, pero tampoco para tanto"

"Nada más apresurate"

Colgué la llamada antes de que su ego volviera a subir. Ese era el viejo Sammy, y no me molestaba en lo absoluto.

Me senté en el suelo, aun mirando el último mensaje de Chandler. Volviendo a pasar la mirada una y otra vez cómo si me hubiera escrito algo espantoso. Eso es, una ducha no me vendría mal. Estoy perdiendo los nervios y cuando lo haga, temo pagarlo con Sam.

Una rápida, pero que me deje satisfecha. El agua limpió mi mente de pensamientos negativos, y los buenos aterrizaron al instante. Como echaba de menos pensar positivamente. Escuché murmullos y un sonido un poco fuerte, es íncreible como Sam puede llegar a ser flash a veces. Cerré la llave y me sequé rápidamente, colocandome mi pijama de nuevo. Solo consistía de la parte de abajo de melocotones y una sudadera, porque sabía muy bien que si el mensaje de Chandler era lo que pensaba, necesitaba llorar. Nada mejor que mi sudadera, siempre dispuesta a mis lágrimas.

—Hola, pequeña —saludó Sam, saltando a la cama.

Abrí los ojos como platos al ver como mi gato lanzó un maullido histérico.

—¡Cuidado con Hazza! Es un minino todavía —lo levanté y lo acaricié para calmarlo—. Ahora presta atención.

Mi mejor amigo enarcó ambas cejas y me miró como si de una broma se tratara. Le aventé mi celular y le dije que buscara a "Chan" en los chats. Leyó más de lo que debía, así que le arrebaté al celular. El me dedicó una mirada triste pero consoladora, aunque no le creía que sintiera lástima. Dejé a Hazza en la cama nuevamente, y lo miré frunciendo el ceño.

—¿Te vas a quedar callada toda la vida? —me preguntó.

—Esperaba a que me dijeras que opinabas..

Hora de saber la verdad.

—Si te soy sincero, él quiere terminar contigo..

Sentí una extraña sensación de apretón en mi pecho. Mi vista se nubló y un pensamiento recorrió mi mente. El dijo que me amaba tantas veces..

Unos brazos me envolvieron cálidamente y me dejaron sollozar entre ellos. No escuchaba nada, solo mis llantos. No quiero que suban a preguntar por mi, tampoco quiero que se enteren ni hoy ni más tarde. ¿Debería llamar a Chandler? ¿Se habrá ido con Hana? Grr..

—Duerme conmigo, por favor —dije con un hilo de voz.

Él solo asintió, despojándose de sus zapatos y acurrucándose a mi lado. Mañana lo veré en la escuela y no sabré como actuar. Acostumbrada a sus besos y abrazos mañaneros, y ya no más.