| Mi Corazón De Melocotón 2 |Chandler Riggs FanFic|

Capítulo 1: Egoísmo.

Prólogo.

–¿Srta Smith? –Preguntó el doctor que supuestamente me indicaron.

–Sí soy yo. –Contesté nerviosa, sujetándole la mano a Chandler.

–¿Sr Riggs, cierto? –Pasen por aquí.

Seguimos al doctor por un pasillo bastante siniestro.

–Acuéstese, cariño –La manera en la que se refirió a mí hizo enfadar a Chandler.

–Dígale señorita. –Interrumpió Chandler.

El doctor colocó un tipo de crema bastante helada en mi enorme panza, y con una de sus herramientas médicas comenzó a ver a mi futuro bebé, proyectado en la pantalla. Se veía tan saludable, aunque aún era un feto en desarrollo. El doctor hizo una mueca de desagrado, para luego dirigirse a nosotros con una cara preocupante.

–¿Q-Qué?

–Su hijo.. –

Volvió a pasar la máquina por mi panza.

–No presenta señales de vida...

–¿Leigh? –Me despertó Chandler preocupado.

Fué cuando me di cuenta de que estaba aferrada a él con mucha fuerza.

–¿Bebé, te encuentras bien?

Era una simple pesadilla.

–Lo siento, fué una pesadilla.. Una simple pesadilla. –Logré musitar, con mi voz un poco carrasposa. Me limpié la frente de sudor, teniendo ganas de salir de la cama acalorada. Un dolor en mi vientre y mi parte íntima me hizo arquearme en posición fetal. Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas, y me volteé dándole la espalda a Chandler.

Él se acercó a mí, ya con pantalón puesto. 

–No te sientes bien.. ¿Verdad? –Entonó un poco triste.

–No.. –Me limpió la lágrima con su pulgar. 

–Ve a ducharte y le diré a Caroline que te haga el desayuno..

–N-No..

–Vamos.. ¿Prefieres ir al hospital ó curarte por ti misma?

No respondí.

–Te ayudaré entonces. –Puso una mano en mi antebrazo y por reflejo le cacheteé la mano.

–No, lo haré yo.. Ve a comer tú. –Dije fría.

Chandler negó con la cabeza y se levantó. Escuché un chirrido y después un portazo.

Me levanté de mi cama y fuí corriendo a la ducha. Me metí con cuidado, y abrí el chorro de agua fría. Aquí me podría desahogar sin que nadie escuchara. Aquí nadie podría predecir si eran lágrimas o agua. Nadie.

Comencé por lavarme cuidadosamente, viendo líquido rojizo caer por el suelo de la ducha. Me mordí el labio inferior y cerré los ojos con fuerza. Esto no tuvo que haber pasado tan temprano..

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–Hey, perras. –Saludó Alexander no muy cortés, estirándose para después mordisquear mi rebanada de pan.

–Se dice por favor. –Le pegué.

–Uy. Alguien está de malhumor. ¿Te llegó Andrés?

–Hace unos días que terminó su visita.

–No parece.

–Jódete. –Me reí.

Alexander me palmeó la cabeza y fué a darle un abrazo paternal a Chandler, y a Caroline la ignoró. Caroline es su hermana. ¿Quién abraza a los hermanos en la mañana?

–Aquí tienes. –Me entregó un omelette.

–Gracias, Caro.

Chandler estaba sentado en la encimera, justo enfrente mía. Me observaba de una manera que me incomodaba.

–¿Fuí muy duro contigo?

Asentí.

–Lo siento tanto..

–Olvídalo, Chandler. Está bien, el dolor se me irá.

Suspiró exhausto.

–Voy a dar una vuelta. –Dijo en general– Vuelvo a las 3:00pm.

–¿A dónde vas? –Añadió Caroline, comiendo de su cereal.

Chandler no respondió y salió de un portazo, no sin antes agarrar su gorro y sus lentes de Sol.

–¿Qué te hizo Chandler ayer? Los notó diferentes.

–Fué mi primera vez.

Ambos soltaron sus cucharas.