Capítulo 7: Parece que estamos en problemas.

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Capitulo siete : Parece que estamos en problemas.

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DISCLAIMER: The Promised Neverland pertenece a Kaiu Shirai.

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-Oye... ¿Cómo terminamos así? —

De pronto, Norman y Ray estuvieron sentados en el mismo banco en el que solían reunirse siempre durante los recesos. Sin embargo, cada uno presentaba banditas curativas en rostro y brazos. Parecía que se habían lastimado de alguna manera física, y emocional. Al menos, Norman ni siquiera reaccionaba y un aura azul cargada de decepción lo rodeaba como si fuese una caricatura. Ray suspiró largamente.

-Ah sí, ya me acordé...-

-Hace tan solo unos minutos atrás-

Ambos estaban en un pequeño ''callejón' entre los edificios de la escuela. Se miraban directa y seriamente en una batalla de orgullo hasta que finamente, Ray explotó.

-¡Las cosas se dieron y ya! En realidad, fue ella quien lo aclaró todo...- Confesó el chico, avergonzado al recordar el momento. –Yo no tuve el valor de...

-Consideraré esta traición para siempre.—Completó Norman con una mirada bastante directa hacia él, sin tener la mas mínima intención de escucharlo.

-¿Te das cuenta de que estas ocultando tu cobardía por confesarte, inculpándome? —reclamó el pelinegro, ya superado por el comportamiento del albino. –Esto no puede seguir así, tienes que decírselo a Emma, ¡o será demasiado tarde! —

-...- Norman suspiró profundamente, y luego juntó sus dedos. –Está bien, si tanto insistes, perdonaré esta grave falta tuya, Ray. —El joven le sonrió de aquella forma en que lo hacía cuando quería obtener algo a cambio, sin embargo, su par no terminaba de entender qué era lo que quería. –A cambio de dos cosas. -

-¡Yo no insisti en nada! Pero bien, ok, de acuerdo... Te ayudaré. – Admitió tocándose el cabello, cansado y resignado a hacer lo que él quisiera por una vez más. -¿Qué es lo que pides?

-Primero, ven a mi casa esta tarde. Segundo...- tomó un papel directamente desde su bolso, que quien sabía por qué lo traía a cuestas en horarios de clase. – Haz que Emma firme esto. Puedes distraerla y confundirla para que lo haga. —

-¿Huh? —Cuando Ray lo recibió de manera desinteresada, al leerlo, sintió que cada cabello se le erizó uno por uno. Comprobó los sellos, las marcas, la fecha y la completa seriedad de quien lo emitía. No cabía duda, ese papel era...

-¡¿Una jodida acta de matrimonio?!—Clamó Ray, pero en ese instante, Norman se acercó mirándolo nuevamente con instintos asesinos. –Cállate, a menos que quieras que te calle...-

-¡Pero hombre, estás loco! ¡Sólo tenemos trece! ¡No puedes hacer que Emma se case contigo ahora! —clamó Ray, intentando hablar más bajo, pero no dejaba de estar impactado ante lo que sus manos sostenían. Sin embargo, Norman proseguía sonriendo con completa normalidad.

-No pasa nada. Es un acta a largo plazo. De ese modo, cuando cumplamos dieciocho, ella estará legalmente dispuesta y un tanto obligada a casarse conmigo. Es perfecto, sólo debo hacerla mi novia...- Señaló, nuevamente juntando sus dedos.

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