Los One-Shots de Jason

El camino del viento

El viento siempre encuentra un camino... esas fueron las últimas palabras que compartimos... pero no todo es tan fácil, no todo se resuelve así...

Huir por tanto tiempo de tus propios demonios, tanto que cuando eres libre de ellos... ¿qué más te esperaba? ¿qué debes hacer ahora?

¿Cuál era tu camino? ¿cuál era tu objetivo? ¿qué deberías hacer con tu vida?

"Así que ya te vuelves a Jonia"

"Sí, Jax..."

"Pensé que esta vez te quedarías algo más de tiempo"

"No, solo... no me funciona..."

"........"

"Pensé que el Instituto de Guerra me despejaría un poco..."

"¿Y no te ha funcionado? Yasuo"

"No, aunque me alegra haber visto a Taliyah"

"La niña..."

"Me hace gracia meterme con ella ahora que es una jovencita con novio"

"........"

"Pero..."

"Tu tienes suerte" - admitió el campeón morado - "Puedes ir libremente..."

"Si no pasases tanto tiempo aquí..."

"Estaría en una cárcel por... volarla... en vez de estar en Icathia..."

"¿Se lo ha tomado mal Zilean?"

"Ese tipo no se toma nada mal..."

"........"

"........"

"Pues... ya nos veremos, amigo..."

"Te deseo suerte, Yasuo... espero encuentres..."

El camino... se perdió por la guerra y ni siquiera esta puede llenar el vacío... ¿qué se supone que debería hacer?

"Uff... Taliyah me dijo que iría a Shurima..." - dijo pensativo - "Me invitó a ir... pero no creo que lo que me espera esté allí..."

"Señor... ¿le interesan unas manazas?"

"Manzanas..."

"Serían solo una moneda"

"Bien" - dijo sacándola de su bolsa - "Aquí tiene..."

"Vaya, vaya, David, mira quién tenemos aquí"

"¿Mmm?"

El ronin se giró para ver a un par de hombres con ropajes verdes y algo azulados. Les reconoció como miembros de la Hermandad Navori.

Pero estaban llenos de moratones y heridas por todas partes.

"Si es el espadachín sin honor..."

"........"

"¿Has estado alejado de Jonia por temor a nosotros?"

"........"

"¿No os hice volar por los aires en nuestro previo encuentro?" - preguntó Yasuo a modo de respuesta

"¡Eso no es cierto!"

"Realmente fue así..." - masculló el llamado David - "A nosotros y a otros cuatro..."

"No ayudas nada, ¿lo sabías?"

"¿Qué os ha pasado? Parece que otro de mis tornados os haya pasado por encima... cosa que no recuerdo..."