Los One-Shots de Jason

Rayos de sol

Cuando me despierto lo hago con el sol entrando por mi ventana, esperando a velar por mi y por mi pueblo... protegiéndonos como la estrella sagrada que es...

El Monte Targon está lleno de mitos, leyendas y sobretodo entes... aspectos... como aspecto del sol es mi deber proteger a los míos... aunque...

Están los lunari... hijos de la luna... aquellos a los que mi pueblo tachó de herejes por alabar la ley del equilibrio cósmico...

Pero... ¿es acaso culpa mía que esto esté sucediendo? ¿es de Diana? ¿de ambas?

Durante mi baño matutino no dejo de darle vueltas... nuestro cuerpo y el de ellos es el mismo... nuestro corazón también...

¿Y sin embargo por qué no puedo dar el paso? ¿Por qué no puedo proclamarlo?

"Solo un poco más..."

"¡Leo!"

"¡Aaaahhh!"

Un joven de pelo dorado y pañuelo rojo fue sobresaltado por el aspecto del sol.

Se encontraba con un pequeño artefacto solari entre sus manos. A juzgar por la magia que contenía era una especie de tirachinas.

"Le... Leona... buenos días..."

"Buenos días, Leo, ¿qué estabas haciendo?"

"Dar un paseo"

"¿Por el templo solari?"

"Ajá..."

"¿No estarías intentando dar uno de tus chispazos mágicos a la sacerdotisa Lev?"

"Por supuesto que no..."

"Eso espero, jovencito"

Juventud... recuerdo cuando yo también era niña... aunque nunca tuve las dificultades que tuvo Leo... en aquella época no veíamos a los lunari...

Recuerdo haber pasado horas y horas con Diana, jugando por los riscos o en el Prado del Crepúsculo... explorando las cuevas de Targon...

Una época donde solo existían los solari y había paz... 

"Leo... ¿has vuelto a ver a tus amigas?"

"¿Te refieres a Zoe?"

"Y a las demás..."

"Pues..."

"Te tengo dicho que es peligroso que te vean con esas chicas"

"Pero si solo jugamos..."

"Son lunaris, si alguno de los soldados te ve..."

"Me castigarán..."

"Procura que eso no pase, ¿de acuerdo?"

He llegado a ser permisiva con las amistades de los más jóvenes, pero eso debe ir acompañado de un compromiso. Si le ven jugando con ellas...

Las leyes dictan que sean encerradas... adoctrinadas... 

Dios... esto es realmente duro para mi... y todo empezó... aquel día...

Diana y yo vimos la profecía... y realmente no lo entendía... no podía comprender... todo en lo que yo creí era... impensable...

Y al mostrar mis dudas... sellé nuestro destino...

La ira, la angustia, el odio se apoderó de Diana... no reaccioné a tiempo cuando estuvo a punto de matarme en la cima... y luego...

Muerte... la muerte bañó mis suelas cuando me adentré en el templo y vi a los sabios asesinados por la hoja de Diana...