Abbie
∞༺♥༻✧Para mi futuro marido,
Te quiero Cedric. De verdad eres lo mejor que me ha pasado nunca. Nunca cambies.
Gracias por la carta, me ha dejado mucho más tranquila y me ha aliviado lo suficiente sin saberlo.
Ya te hecho de menos, espero oír de ti pronto.
Abbie.
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El corazón se me encogió al leer la carta de Cedric. Es tan tierno y tan...todo. Él es justo lo que buscan todas las chicas en un hombre. Él es perfectamente perfecto. Y lo quiero por eso.
Decidí ser breve en la carta que le mande al despertarme la mañana siguiente, seguro que estaba muy ocupado. No quería entretenerle.
Margaret, una de las doncellas que me crío y a la cual tengo mucho cariño, llamo a la puerta.
-Mi niña- me dijo suavemente. -Hay un muchacho en la puerta, dice que tenéis una cuenta pendiente.-
Como? De que trataba tal cosa? Quien era ese muchacho? De donde demonios habrá salido?
-Te dijo su nombre, Margaret?- Pregunté yo intrigada.
-Malfoy.- Me quede sorprendida. Enserio quería verme sufrir ya por la mañana?
-Bajo ahora. Solo tengo que vestirme.-
Me puse un vestido largo que consistía en un cortado en donde el corte del pecho solo enseñaba un poco de carne. Tenía un par de flores al lado del pecho, y un estampado sencillo y bonito de flores aun más pequeñas. No era ni elegante ni muy simple. Era...perfecto. (Y súper cómodo).
Baje las escaleras de piedra de la casa, y caminé hasta la entrada. Suspire y abrí la puerta.
Y fue allí en donde me lo encontré. Estaba muy guapo. Llevaba una camisa blanca, simple. Y unos pantalones negros. Seguía llevando esos anillos característicos y el pelo revuelto. Pero ahora también llevaba una chaqueta larga que lo abrigaba a pesar del bochorno que hacía.
-Y bien?- dije yo.
-Que?- Pregunto el confuso al verme.
-Que a que se viene esta visita no esperada y repentina?-
-Me pareció que ayer acabamos con mal pie. Y como este sitio es pequeño y todo el mundo conoce a todos...pues me apetecía que fuésemos amigos.-
-amigos?-
-Si.
-Nosotros no podemos ser amigos. Estoy prometida.-
-y? No me digas que no tienes amigos que sean hombres?-
-Si pero...-
-No quieres que seamos amigos princesa?-
-Bueno, haber...-
-Enserio? Si hasta me he molestado en venir a verte.- Dijo con una cara de lastima.
-Mira hagamos una cosa. Si quieres hoy podemos salir a dar una vuelta o a tomar algo y si la cosa va bien, pues lo vamos viendo.-
-Hecho.- me contestó con una sonrisa al instante.
________________________________Caminábamos por las calles del pueblo a primera hora de la mañana, ya se podía ver a los trabajadores en sus puestos. Y a las mujeres haciendo la compra con sus hijos.