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CAPÍTULO TREINTA Y OCHO
T/N POV:
Eran aproximadamente las seis de la mañana, y yo tenía que irme. Tom ayudó a subir mi equipaje mientras yo me despedía de Draco.
-Promete que volveré a verte antes de que la batalla ocurra. Prometelo t/n- acaricia suavemente mi mano y luego deja un rastro de besos desde mi frente hasta mi boca.
-Bueno, esa era la última. Todo está listo- dice Tom mientras se acerca para abrazarme.
-Por fin nos libraremos de ti estorbo- el metal frío de sus anillos choca contrala piel de mi mejilla y yo le sonrío
-Es broma tonta, voy a extrañarte- me abraza tan solo unos segundos y se aparta.
Subo al auto que está esperandome y me despido nuevamente a través de la ventana. El auto se eleva y de apoco voy perdiendo de vista a mis chicos.
***
-¡Y yo porqué! ¿No puedes mandar a algún imbécil de los que trabajan contigo?- una bofetada alcanza alcanza mi cara y me hace caer al suelo.
-Niña malcriada ¡cómo te atreves a cuestionar las órdenes de nuestro lord! Escuchame mocosa, ponme mucha atención- dice al tiempo que se pone en cunclillas para estar a la altura de mi rostro, que está sujetando con fuerza con su mano.
-Es muy sencillo lo que debes hacer querida, vas a Hogwarts, matas a Snape y vuelves para pelear con todos nosotros, no por nada tienes el privilegio de portar la marca tenebrosa en tu brazo- una sonrisa jodidamente horrorosa se forma en los labios de mi madre y luego me suelta.
A pesar de que por dentro estoy totalmente quebrada, me levanto y tomo la poca fuerza que me queda y la pongo en mi voz.
-¿Y porqué me trajiste dos días antes aquí?-
-Estaba esperando el momento en que preguntaras eso querida- una voz siniestra me habla desde el otro extremo de mi habitación y me volteo solo para confirmar que en efecto es Lord Voldemort.
-Verás t/n, hace bastante tiempo ya, una profecía de la que seguramente ya has oído, habla acerca de que la hija que fue concebida bajo las tinieblas jugaría un importante papel para el día que yo me coronara dueño y señor del mundo mágico, y ese día está próximo, por tanto, me parece prudente que sepas que es exactamente lo que vas a hacer-
Pasaron minutos, segundos, puede que hasta horas, hasta que me quedó claro lo que debía hacer. Debía reunir seis de los horrocruxes de Voldemort y llevarlos conmigo durante la batalla, para evitar que el muera en el proceso, luego, para cuando el día de la batalla llegara, debía ir y matar al profesor Snape, a quien consideraban bastante débil como para pelear contra los suyos.
¿Que porqué los debo tener yo? Porque los profesores y alumnos de Hogwarts no serían capaces de lastimarme, aún si estoy del lado equivocado.
Tenía este día y el resto del siguiente para encontrar los horrocruxes, y a decir verdad, me preocupaba no hallarlos a tiempo.
