Nico nos había llamado, a todos. Estábamos en videollamada.
Esto se nos había ido de las manos.
Amy Stoll había denunciado la desaparición de su hijo.
- No puede presentar denuncia hasta las 48 horas de desaparecido – intento tranquilizarnos Leo.
- Pero Will no va a aparecer en esas 48 horas porque ¡está muerto! – exclamo Nico desquiciado.
- Quieres hablar más bajo, mis padres están en casa – murmuró Agatha. Me pasé las manos por la cara estresada, esto me estaba matando lenta y dolorosamente.
- Tenemos que planear algo en este tiempo que tenemos. Cuando empiecen a investigar sí que ya no podremos hacer nada, nos declararan sospechosos y no podremos salir del país – advirtió Leo.
- Y que hacemos? ¿Huimos? Tío estás loco somos solo unos críos – dijo Nico
- Unos críos que han matado a alguien – aporté recibiendo malas miradas y comentarios del estilo.
Agatha ignoró mi comentario y siguió hablando de lo que podríamos hacer, había cambiado, eso estaba seguro. Ya no estaba aterrada ni llorando por las esquinas.
- A ver, no pueden incriminarnos ¿no? Nos deshicimos del cuerpo, nos creamos una coartada... - murmuró la rubia.