Estaba metida en un armario con la mano en la boca evitando emitir un solo ruido. Agradecí que los padres de Agatha tuviesen una casa grande.
Agatha, dios. Estaba muerta y no me lo podía creer.
Escuche un grito, Leo.
Sin poder evitarlo salí corriendo siguiendo los gritos de mi amigo. Lo encontré en una de las habitaciones, estaba tirado en la cama con la misma silueta que había matado a Agatha encima intentando clavarle un cuchillo.
El miedo fue sustituido por la ira y me abalance sobre él. Supongo que esa no era una reacción normal, lo normal hubiese sido salir corriendo o llamar a la policía, pero no iba a permitir la silueta matara al último de mis amigos.
Cuando se incorporó pude ver que era un hombre, el cual se acercó a mi rápidamente y sin poder analizarlo me golpeó fuertemente haciendo que me golpeara la cabeza y todo empezase a dar vueltas.
Vagamente pude ver la pelea, uno acabo tirado en el suelo con un charquito de sangre rodeándolo y el otro se me acercó. Deseé que el que se me estaba acercando fuese Leo
No tuve esa suerte.
El hombre se acuclilló frente a mí y me agarró de un brazo lanzándome a la cama.
No se acercó, se quedó viéndome. Llevaba el rostro tapado impidiéndome averiguar si lo conocía o no.
Se quito la máscara, supongo que en sus planes no estaba que yo saliese viva, el aire abandonó mis pulmones en cuanto vi de quién se trataba.
Will Stoll.
Pero ¿Cómo?
- ¿Qué...? – No pude terminar la pregunta cuando el chico me interrumpió.
- Mi hermano – dijo como si lo explicara todo. ¿Austin Stoll? Imposible, era el, yo le había visto. Muchas preguntas me abordaron, pero Will me saco de mi ensoñación – Matasteis a mi hermano creyendo que era yo.
- Pero...
Muchas cosas comenzaron a encajar, se suponía que Will iba a estar en su casa, pero no habíamos contado conque tal vez Austin también, me había resultado raro; su forma física, como hablaba... Pero todo había estado oscuro y la adrenalina me había impedido analizarlo todo, a parte Austin y Will eran idénticos y solo se diferenciaban por dos años y si no te fijabas bien podrías confundirlos cosa que nos había ocurrido.
- Dime Eve, - dijo mi nombre con burla - ¿encontrasteis lo que buscabais? Supongo que sí, porque en mi casa no está y los otros no lo tenían.
Inconscientemente lleve mi mano a uno de los bolsillos de la bata que llevaba puesta ahí estaban los papeles sobre
Kayla, sobre la herencia y lo que había hecho que mataran a mis amigos. Pero no sólo había eso.- Dámelo - volvió a repetir el nombre con burla. Él lo sabía.
- Deja el arma y te lo doy
El me hizo caso, apoyo el arma lentamente en el suelo y volvió a incorporarse, antes de que se pusiese recto del todo saque el otro objeto que llevaba y le apunte con él. Antes de que pudiese reaccionar dispare, le dio directamente en la cabeza, lo había matado y esta vez de verdad.