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"Estoy buscando a un hombre"

Las cejas del barman se alzaron.

-Estas en el lugar adecuado, preciosa.
En medio del humo y el penetrante olor a sudor, Sakura se sentó en la barra y comenzó a jugar con el popote de la bebida que se le puso enfrente.

-Se llama "Sasuke" el barman se le quedó mirando y luego le dijo el barman - Le dicen "NOCHEOSCURA" nadie lo conoce por ese nombre le dijo mientras miraba hacia las mesas de billar que parecían islas de luz en aquella penumbra; Sakura volvió la mirada mientras el barman señalaba hacía la última mesa, en la esquina derecha.

Sakura fue caminando lentamente hacia el lugar indicado, sintiendo que múltiples ojos la recorrían su cuerpo, traspasando su blusa entallada y subiendo por sus piernas hasta tocar el borde de su corta falda. El silencio crecía a medida que ella avanzaba. Sakura no era ajena a este mundo de machos, pero en realidad no se encontraba cómoda en lugares como este; se sentía demasiado sola.

En la última mesa de la esquina se desarrollaba un juego de billar; un hombre se inclinaba sobre la mesa mientras otros 7 rodeaban el espacio, a prudente distancia difuminados por la oscuridad.
Una pila de billetes se encontraba en precario equilibrio en una de las esquina de la mesa.
Un hombre con el cabello corto del color de la arena estaba apunto de realizar un tiro cuando los pies de Sakura se encontraron con la pata de la mesa, produciendo un pequeño ruido, Loque distrajo al hombre, que se incorporo murmurando un " Carajo" que fue lo único que rompió el silencio mientras el tipo volvía a aplicar el cosmético de tiza en la punta de su taco y procuraba concentrarse para volver hacer su tiro; pero el golpe sobre la bola fue demasiado fuerte e informado, pues la bola blanca corrió por toda la mesa sin tocar ninguna otra y finalmente fue a caer a una de las buchacas, lo que hacía que el tipo perdiera el punto. El lanzo una mirada asesina en dirección a Sakura, tomo su taco y se fue a recargar en la pared. Ella, sintiéndose culpable cruzo los brazos sobre el pecho en actitud defensiva.

De pronto alguien salió de la oscuridad y pareció materializarse bajo la luz de la mesa. Era un hombre alto y delgado; su cabello largo y era tan negro como la bola número 8. Vestía una chaqueta negra de cuero, abierta y unos pantalones estilo vaquero, todo entallado de tal manera que aquella ropa parecía parte de si mismo, como la piel de una serpiente. Una cruz de oro brillo en el lóbulo de su oreja mientras Sakura trataba de leer en el pecho del hombre las letras que aparecían en su camiseta gris:
A
B
O
AB
RECIPIENTE UNIVERSAL

Demasiado histriónico, pensó ella, aunque seguramente pretende ser dramático.

El comenzó a planear su jugada, dando la vuelta en torno a la mesa con paso arrogante, acariciando el paño de una manera sensual, hasta que se colocó delante de Sakura, mirándola directamente a los ojos.
Todos los ojos estaban sobre él, pues la mayoría de los jugadores de las otras mesas habían suspendido sus juegos para observar el tiro de aquel hombre que aplicaba el cosmético sobre su taco parsimoniosamente, como un actor que sabe crear tensión justa en un público expectante.
Dejando la tiza a un lado se inclino sobre la mesa y el único crujido que se escuchó fue el de su chamarra. La luz de la lámpara iluminó un rostro cuya carne parecía traslúcida, y las sombras dibujaron unos pómulos pronunciados y una barbilla fuerte. Parecía un cadáver guapo, pensó Sakura, y él volvió su mirada hacía ella como si le hubiera leído la mente.

JUEGOS DE PASIÓN.  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora