six

58 10 6
                                    


Sus párpados se sienten pesados, intenta abrirlos siendo cegado por la tenue luz de la habitación, iluminada por los pequeños rayos de sol que cruzan entre medio de las persianas abiertas, seguramente con ms intención de ventilar la habitación.

Frente a él, una silueta limita su campo de visión, poco a poco va tomando forma dejando ver aquella espalda pecosa que reconoce a la perfección como la palma de su mano. Sonríe porque las marcas de la noche anterior siguen ahí, algunas han tomado tonos violetas, se siente satisfecho de haber marcado lo suyo.

— despertaste. — dice el pelinegro mientras se acerca a el para dejar un pequeño beso sobre sus labios, sus ojos brillan y reconoce aquella mirada melosa que ha visto en más de una ocasión.

— Buenos días. — sonríe envolviendo la pequeña cintura entre sus brazos, tienen la sabana como intermediaria entre sus pieles, sin embargo puede sentir la calidez del cuerpo ajeno.

Unen sus labios en un beso fogoso, el joven pasa sus brazos al rededor de sus hombros atrayendolo contra su cuerpo, con la yema de sus dedos entreda las hebras de cabello tirando sutilmente de ellas. Las mejores reconciliaciones son cuando ambos se sienten amados por el otro.

Taeyong se siente en paz consigo mismo y con todo el ajetreo de la madrugada anterior, en donde hizo todo un escándalo en aquel edificio llamando al nombre del peinegro desde la planta baja. Los edificios no cuentan con muchos pisos y no son tan exclusivos como para contar con un servicio de seguridad las 24 horas del día, ni si quiera con un portero.

— ¿ya no estás molesto? — pregunta el chico contra su pecho mientras deja pequeñas caricias sobre este mismo. Él niega en respuesta antes de soltar un pesado suspiro.

— no, lo siento. — deposita un dulce beso en su frente y acaricia su espalda. — estaba estresado y no aparecías, no fue la mejor reacción de mi parte.

— entiendo que estés molesto.

Nuevamente no hay ningún "pero" que lo haga llenarse de esperanza en las noches frías, pero después de hacerlo llorar en una discusión para nada coherente, prefiere dejar las cosas como están a concentrarse en que su corazón duele de una forma más sutil.

Solía aburrirse rápido de las personas, lamentablemente cada vez que besa los labios de Kim Doyoung cae en un hechizo del cual nunca ha podido escapar.

— ¿te duele? — pregunta acariciando la espalda desnuda de su chico. Este niega soltando una pequeña risita.

— no fuiste tan brusco.

Un recuerdo vago viene a su mente; las manos entrelazadas contra el colchón mientras se mueve a un ritmo lento, atrapando la esencia del chico en cada estocada, ambos murmuran aquellas dulces palabras como si fuera el secreto mejor guardado de sus vidas contra los labios del otro "te amo", cree que no necesita nada más para ser feliz.

🝣 𐇯 ֙ 

Doyoung decidió ver el show desde el público, extrañaba ver al chico desde ese ángulo como todos los demás, pero tenía que reconocer que entre toda esa multitud se sentía el más importante cuando sus miradas chocaban entre sí y pequeños coqueteos lograban que su corazón se alterara.

El público se mueve violentamente con aquella canción que hace su pecho retumbar, ríe cuando su novio se encuentra en su mejor momento, tocando el instrumento como todo un experto sintiendo la música recorrer cada partícula de su cuerpo, la adrenalina es evidente cuando salta por todo el escenario, sus compañeros no se quedan atrás, al parecer todos disfrutan de aquella canción victoriosa que tiene algo de ellos entre líneas.

ㄔ  winter love  𐚁  taedo ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora