Ya de vuelta

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La lluvia era tremenda, pero Andrés no quiso pedir un auto.

Abrió la puerta y entro empapado. 

Sentado en la entrada de la cocina, Andrés encontró la presencia  de Corentin en una silla.

-Oye, no pudiste decírmelo por teléfono? - dijo Andrés, a la vez que iba acercándose al sofacito derrotadamente.

-Me sentí mal por encubrirte eso y ....- Corentin corto su frase para darle la espalda desde la silla en donde estaba.

-Tenías envidia? Mi papá te mando a cuidarme si pesco gripe?- reclamo semi ahogado desde el sofá.

Corentin solo cruzo hacia la espalda sus brazos sin decir palabra. Y Andrés traicionado por su amigo y amenazado por su padre. Comenzaba a enterarse de la verdad que había vivido ese día y comenzaba a lagrimear.

-Ya veo...Son las dos- dijo mientras caía de sueño

Sintiéndose muy solo al soñar, despertó. Hallándose en su cama y a Corentin con los brazos sobre el respaldo de la silla, su cabeza se ladeaba desde hacia rato también se había dormido. Al voltear y verle sintió el peso de un paño sobre su cabeza. Se lo quito, no sin antes doblarlo en forma perfecta y tirarlo. 


Visualmente inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora