•My 4th of July• (Aidan Gallagher)

🦋Capítulo 18🦋

En el capítulo anterior:

volví a ver por la ventana, era una noche tranquila, como la de la primera vez que estuve en Los Ángeles, ahora podía dormir

~🌸~

Narrador:

___ despertó mucho mejor, se sentía más relajada, el doctor habló con ella y la Sra. Collins, después de un chequeo rutinario les dió la noticia de que podía volver a su casa

-Te recomiendo guardar reposo, evita hacer actividades ajetreadas como correr, la herida superior cicatrizará en unos días-seguido eso le entregó una caja de medicamentos-toma esto por 3 días, aliviará lo interno y hará que no tengas otras secuelas

-Muchas gracias por su atención - respondió la señora Collins

-No hay de que, espero que te mejores pronto nena

Narra ___:

Salimos del hospital, ahora el clima estaba mejor, la mañana estaba soleada y una ventisca fresca soplaba por la ciudad, tomamos un taxi y regresamos a la casa.

-Hoy no tienes que hacer nada, tienes que guardar reposo y mantenerte lo más calmada posible

-si, Señora Collins

-Y no trates de escapar por la ventana como sueles hacer, solo por hoy mantente un poco con la guardia baja

Yo reí, pues se suponía que ella no sabía de mis escapes, me acompañó a mi habitación y se despidió.

No fue un día a aburrida, como había dicho antes la recámara estaba repleta de cosas muy interesantes, leí un poco de "Los 3 mosqueteros" y luego empecé "Agnes Grey". Cuando terminé saqué de una caja una libreta de dibujo, la cuál tenía un tono color beige por el paso de tiempo, y unos lápices especiales, bocetée un poco, dejé que mi imaginación volara, cuándo me percaté me di cuenta de que había hecho a Aidan, era curioso, ya que en mi época jamás pude dibujarlo, tenía unas 10 hojas arrugadas con intentos falidos.

El tiempo se me pasó entre dibujar, leer  y oír la vieja radio de la señora Collins, de repente tocaron la puerta y ella se asomó.

-Tu amigo vino a verte

Sonreí al instante, me dirigí rápido a la salida, pero me detuvo

-No hace falta que bajes, va a subir para que no te agites- dicho esto bajó y oí la voz de Lauren, después escuché unos pasos veloces chocar con la madera y Aidan apareció

-¡___!

-¡Hey! Hola Aidan

Caminó hacía adentro y se sentó en un pequeño banquito a lado de mi cama

-¿Ya estás mejor?

-si, ya tengo menos dolor de cabeza, y mis raspones están empezando a cicatrizar-dije sonriendo

El se quedó en silencio, mientras volteaba su cabeza viendo los cuadros, luego habló- perdón por todo lo que te dije, no debí hacerlo

-no Aidan, no tienes que pedirme perdón

-si, si tengo, tu querías ayudarme, pero lo único que yo hice fue darte la espalda y reprocharte, tal vez si no lo hubiera hecho jamás te hubiera pasado eso.