🦋Capítulo 14🦋

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En el capítulo anterior:

Un niño se encontraba escondiendo marcas de su cuerpo mientras una niña se encontraba bajo el diluvio, que borraba las lágrimas que salían de sus ojos mezcladose con las gotas del agua. El cielo lloraba, porque dos estrellas se habían apagado.

~🌸~

Narrador:


Dos días habían pasado desde aquel incidente, ninguno tenía ganas de sentirse bien por un buen rato, Aidan pudo curarse lo suficiente para que sus padres no sospecharan y le hechó la culpa a la clase de educación física de las únicas heridas que no pudo ocultar.

Mientras tanto ___ cogió un leve resfriado debido al chubasco que cayó, estuvo gran parte del día encerrada en su habitación, con la nariz irritada y sintiéndose mal (física y mentalmente). Durante la tarde bajó a la cocina a ayudarle en algo a la señora Collins, quién le había tomado un gran cariño, no quería ser un estorbo y la ayudó en todo lo que le fue posible (aunque la dama insistía en que debía cuidar su salud).

Sin embargo al otro día se sintió mejor, luego de una mañana nublada, salió a caminar, pasó cerca del parque y  el recuerdo del castaño llegó, se sentía mal con él, no lo juzgaba, comprendía que Aidan no estaba en sus cinco sentidos, pero sus palabras seguían doliendo. Pasó de largo y llegó hasta donde trabajaba James, sin embargo estaba cerrado, dió un suspiro y cuando estaba por irse alguien la llamó

-¿me buscabas?

-¡James!- saludó ___ al verlo llegar-¿Trabajas en fin de semana?

-no, solo vine a traer unas cosas ¿Que te trae por acá?

-mmm sinceramente no se-dijo encogiendose de hombros- solo caminé y cuando vi ya estaba aquí

-ya veo-dijo- bueno ya que estás aquí pasa, solo sacaré una caja que olvidé, además tengo algo que contarte

Ella accedió y entró ya que el clima estaba frío, por suerte llevó un suéter. Se sentó a lado de la ventana de cristal y empezó a mirar hacia afuera, si de por si su entusiasmo estaba por el suelo el cielo gris la empeoraba.

-¿Estás bien?- preguntó el alto desde el fondo

-si, estoy.... bien-suspiró ___, sin embargo el notó que mentía. Luego de unos minutos James apareció.

-bien, ya está, vámonos-ella asintió y salieron de el cibercafé, empezaron a caminar cuando ella habló:

-¿Que era lo que me ibas a decir?

-ah si, tengo buenas noticias-sonrió-. Mi amigo logró traducir el libro, es impresionante, ahora solo nos queda resolver la expresión algebraica, lo que será pan comido.

Por fin una buena noticia para la pelinegra, luego de tanta tristeza había esperanza-¿Trajiste el libro?

-ammmm no- respondió James-no sabía que te vería así que lo dejé en mi casa

-está bien, no te preocupes-suspiró

-me dijiste que no te pasaba nada, pero se nota a millas que estás mal, cuéntame ¿Pasa algo?-dijo el

Ella dudó, pero no perdía nada al decirle, necesitaba desahogarse y el, siendo casi de su edad la entendería- primero compremos una soda, muero de sed.

•My 4th of July• (Aidan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora