Capitulo 28- Enmascarado

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Después de lo sucedido aquellos jóvenes dejaron de verse, el arduo entrenamiento era una barrera de comunicación para ambos y también jugaba como un método de descanso para ambos. Sus mentes seguían confundidas, por un lado el Vermillon menor pensaba en la manera de hablar con Maze, quería que ella le comentara sobre sus problemas a pesar de sonar como un metiche; no tenia a su hermano mayor para aconsejarlo en estos momentos y la idea de preguntarle a su hermana se veía muy lejana, todo quedaba en sus manos y tenia miedo de perder a Maze.

Por otro lado, Maze se encontraba perdida en sus pensamientos, sentía que una maldición caía sobre ella, siempre tomaba malas decisiones en su vida, meter la pata era algo usual en su vida, una rutina que parecía divertirse con ver su desgracia; se había tomado las palabras de la Vermillon mayor como una advertencia, si, Maze no era tonta, la hermana de Leopold se preocupaba en silencio por los suyos y ella no iba a permitir que los traumas de una niña pobre y plañidera dañasen a su pequeño hermano, bueno...tal vez exageraba al decir eso pero se entendía la idea. Por ello la pelinegra tuvo una idea, una idea que la atormento todas las noches.

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(El día del incidente)

-Pensé que había algún animal por aquí-

-Soy peor que un animal, pobrecito, no lo insultes así Yuno- la manera mas amena que Maze encontraba para sentirse mejor era hacer bromas secas, sentia que sus problemas se iban por un pequeño lapso de tiempo, pero, para Yuno sus palabras fueron molestas.

-Que patética te vez- el pelinegro tenia razón, Maze sabia que Yuno no lo decía de mala forma, era como decirle "¿Que es lo que te atormenta?", lenguaje de un chico con pocas palabras.

-¿Me ayudarías con algo?- pregunto la pelinegra con la mirada perdida.

-Probablemente-

-Tengo un problema con alguien...los detalles no importan porque creo que ya los sabes...- Maze estaba en lo correcto, su "hermano" era muy listo y observador, ¿Quién no se daría cuenta de las acciones tan obvias de Maze?, seguramente el pequeño Vermillon, pero, ¿Para que culparlo?, probablemente no había interactuado con otras chicas y esa idea a Maze le agradaba; sonaba egoísta pero una persona enamorada se ciega gradualmente.

-Yuno ya lo sabe niña, ¡el amor esta en el aire!, ¿no es así Yuno?- el espíritu del aire hizo presencia ganándose una mirada desaprobatoria de ambos -Me dan miedo ambos...-

-Yo solo quiero ser Rey mago- algo que se esperaba de el de ojos amarillos.

-no entiendo lo que me pasa...realmente me hace sentir mal ese chico- odiaba todo lo que le provocaba el Vermillon, su sonrisa era lo que mas le gustaba ver en el peli naranja, su mirada llena de brillo cuando competía era algo que le llenaba el pecho de felicidad, los momentos a su lado iban lentamente y el sentimiento mas extraño que ella odiaba era sentir un dolor en el estomago; y, con dolor ella exageraba, se sentía raramente bien que le molestaba -ayúdame a alejarlo de mi-

- ¿por que haría eso?- si bien el Vermillon no era de su agrado, quería saber las razones por las cuales la pelinegra lo quería alejar, después de todo presentía que aquel chico sufriría por ello.

Lazos de fuego (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora