𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐀 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓 | 𝐄𝐋𝐈𝐓𝐄

𝐗𝐈𝐕

AHORA

Tesia Montesinos

Es increíble como las cosas pueden cambiar tan rápido y a veces sin previo aviso. En un momento estaba feliz, disfrutando la fiesta de fin de curso y al otro, mi mirada estaba puesta en la pelirroja en el suelo.

Mis mente comienza a bloquear los recuerdos de aquella fatídica noche. Lo único que persiste en ella con claridad, es la sangre en mis manos.

Pero esa noche no fue la primera vez que tuve su sangre en mis manos.

Mi intento por recordar fue interrumpido por la mujer sentada frente a mi, lo cual me hizo regresar a la realidad y caer en cuenta en donde estaba

— ¿Qué pasó con Marina? — la miré

... 

ANTES

— Ya dime — la miré — ¿Por qué te trajo Ander anoche a casa?

— No es importante

— Tal vez no, pero yo quiero saber

— Unos chicos estaban recargados en mi auto, les pedí que se alejaran y no lo hicieron, antes de que pudiera decir algo más, él llegó, dijo que era mi novio para que ellos se fueran y luego me llevó a casa

— ¿Dijo que era tu novio? ¿Después de que te dejó para estar con alguien más? — asentí — Que descaro. Espera ¿Cómo sabia donde estabas? Es mas, ¿Dónde estabas?

— Buena pregunta — murmuré — Y la contestaré después de ir al baño

Me encamine hacia al baño, dejando a Lu atrás, quien murmuró un "A veces me caes muy mal". Reí por lo bajo, pero en cuanto entre al baño, aquella risa se desvaneció de inmediato.

Me acerque a la pelirroja que estaba tirada en el suelo, con sangre saliendo de su boca, tomé su rostro en mis manos y lo golpee ligeramente intentando que despertara.

— ¡Marina! — seguí intentando despertarla — ¡Marina! ¡Despierta! Joder

Escuche un ruido detrás de mi, voltee encontrando a Nadia, quien nos veía asustada en la esquina de la habitación

— ¿Que coño haces? ¡Ve a avisar a alguien!

La chica salió y pronto la escuche gritar a un profesor, quien apenas llegó me apartó para ver a Marina. Dejé de prestar atención a lo que hacía el profesor Martin y miré mis manos, la sangre de Marina estaba impregnada en ellas. Mi corazón dio un vuelco al verlas manchadas de sangre.

Camine hacia el grifo de agua y lave mis manos rápidamente quitando cada rastro de sangre. Salí del baño en cuanto vi que Marina ya estaba consciente y le susurraba algo al profesor.

...

Las clases terminaron pronto, la imagen de mis manos llenas de sangre que no dejaba de pasar por mi mente, me causaba ansiedad, pero intentaba no pensar en eso.

Lu me distraía platicándome lo que había pasado con Guzmán la noche anterior, mientras caminábamos a mi auto para ir a casa, pero antes de llegar una voz llamó nuestra atención.

— ¡Tesia!

Voltee hacia donde provino la voz, donde no tarde en encontrarme la mano del papá de Ander, saludándome y pidiendo que fuera con él.

Mi mirada se dirigió a Ander quien le pedía a su padre que no me hablara, pero este no se dio por vencido y siguió llamando mi atención.

— Eso va ser muy incómodo — murmuró mi hermana — Te espero en el auto