𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐀 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓 | 𝐄𝐋𝐈𝐓𝐄

𝐈

ANTES

Tesia Montesinos

— Vamos Tes, ya es tarde

Pude escuchar el fastidio en su voz al decir aquello mientras bajaba las escaleras.

— Perdona Lu, es sólo que no podía despertarme

— Si, bueno. Llegaste apenas ayer de México, es normal que todavía no te acostumbres al cambio de horario.

Después de desayunar apresuradamente, esto último debido a la insistencia de Lucrecia, salimos de la casa para dirigirnos a las Encinas.

— ¿Sabes? Un coche podía llevarnos, así no hubieras tenido que manejar.

— Lo sé, papá también me lo dijo, pero me gusta llevarme mi coche.

— Si, ya se que te gusta manejar, yo soy más de que me lleven — se encogió de hombros — Como sea, yo solo lo decía porque es tu primer día de vuelta y pensé que te gustaría relajarte y no preocuparte por cosas como manejar.

— Estoy bien, Lu.

— Claro. Por cierto ¿Alguien sabe de tu regreso? — negué — ¿Ni siquiera Ander?

Voltee a verla en cuanto me detuve en un semáforo.

— No, él todavía cree que estoy en México con los abuelos — ella asintió

— No es el único, todos creen eso, fuiste muy convincente cuando te despediste.

— Lo sé, pero las cosas cambiaron.

— Si, y hablando de cambios. ¿Te enteraste de los becados? — asentí — Sigo sin poder creer que ese tipo de personas estarán en la escuela.

— Vamos Lu, no es tan malo. Sólo ignóralos si es que te molestan, que la verdad lo dudo.

El resto del camino conversamos sobre las cosas que habían pasado mientras estuve en México.

Unas cuantas semanas atrás, había decidido irme a vivir un año a Mexico con mis abuelos.

¿La razón? Una presunta enfermedad terminal que había sido detectada en mi abuela, fui a ayudarlos a ambos con los cuidados que necesitaran. Sin embargo, todo resultó ser un mal diagnóstico por parte del doctor.

Por lo cual regresé a España, sin decirle a nadie sobre esto. Ni siquiera a mi hermana, la cual se sorprendió mucho cuando llegue por la noche a la casa.

En cuanto llegamos al instituto, le pedí a Lu que se adelantara y no comentara nada de mi regreso, quería que fuera una sorpresa y esperaba sorprenderlos cuando todos estuviesen ya en el aula.

Creo que estaría de más decir que eso no fue posible.

Entré al edificio sin toparme a ninguno de mis amigos, lo cual fue un alivio. Sin embargo, cuando pase frente a la piscina, pude ver a Guzmán.

Apresure el paso al ver que él igual me vio, pero claro está, que no logre nada.

— ¿Tesia? — un suspiro salió de mis labios.

Una sonrisa se dibujó instantáneamente en su rostro cuando voltee a verlo

— Hola Guzmán.

Corrió rápido hasta llegar frente a mi, para después envolverme en sus brazos. Sonreí y correspondí su abrazo.

— No puedo creer que hayas vuelto, recuerdo tus palabras antes de irte "No pienso volver por ningún motivo hasta dentro de un año"

Se separó de mi para mirarme.