capítulo 12

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Ya ha pasado una semana desde que regresamos al departamento.

RM y Jin regresarán a su casa al vernos más  restablecidos .

Tenemos un enfermero estrella,  que no nos deja hacer nada. ¡Jikook! Se la pasa todo el día pendiente de nosotros, cuidándonos y haciéndonos mimos.

Nosotros lo dejamos hacer para que su cabecita se mantenga ocupada y se olvide del trauma que fue su secuestro. Claro que éste enfermero no para de hablar y darnos órdenes todo el día.

Mientras tanto en mi cabeza no paraba de darme vueltas todo lo que había descubierto. Había llegado el momento de hablar con Jungkook.

El estaba en su habitación haciendo dormir a Jikook  cuando lo abordé.

—¡Tío Jimin! Ven a darme mi beso de las buenas noches a mí y a Momo.

—Porsupuesto, bebé —me acerqué y besé su frente y la del muñeco —que duermas bien y que sueñes con los angelitos.

—Gracias, tío Jimin—. Se volvió a acurrucar para quedarse dormido.

—Jungkook...después necesito hablar contigo.

Jungkook sabía que el momento había llegado.

—De acuerdo. Cuando el niño esté dormido te busco.

Salí de la habitación para dirigirme a la mía. Al rato apareció Jungkook.

—Jungkook, es hora de que me lo cuentes todo.

Jungkook se sentó en el borde de la cama,  pegó un suspiro y comenzó a hablar.

—¿Te acuerdas de la noche en que te fuiste?

Asentí con la cabeza.

—Bueno,  esa noche Yanyang me estaba confesando que tenía sentimientos por mí. La verdad su declaración me tomó por sorpresa. Yo jamás pensé que mis atenciones para con ella la confundieran haciéndola creer que yo tenía un interés distinto que el de la amistad. Fue en ése momento que te vimos. Tú te fuiste   rápidamente y me di cuenta que habías malinterpretado la situación. Que estabas herido. Hablé con Yanyang y le expliqué que yo no podía corresponder a sus sentimientos como ella quería porque mi corazón sólo podía ser tuyo. Ella estaba avergonzada por no haberse dado cuenta antes y me pidió perdón diciéndome que fuera a hablar contigo y te explicara.
Cuando llegué a la habitación, para hablar contigo, tú no me dejaste explicarte nada. Habías sacado tus propias conclusiones y te fuiste. Nunca pensé que sería la última vez que te vería.
Mi error fue no haberte detenido. Quise darte tiempo para que te calmaras y me pudieras escuchar.
Al otro día lo primero que hice fue ir a buscarte, pero ya no estabas. Durante un año completo te busqué sin resultados, era como si te hubieses borrado de la faz de la tierra.

—¿Sabes cuánto me lastimó que me dejaras a un lado por ella, una y otra vez?

—No me di cuenta a tiempo,  sólo quería hacer bien las cosas. Yanyang  me recordaba a mí mismo.  Me hizo recordar toda la soledad que había sufrido en el pasado y me encerré en mi mismo,  no quería que me vieras en ese estado por eso te alejé.  En ése entonces aún tenía miedo de que algún día me dejaras y que la soledad volviera...

—¡Jungkook, cuantas veces te dije que te amaba!

—¡Lo sé! Pero era la primera vez que abría mi corazón a alguien y tenía miedo.

—Por tú miedo nos distanciamos. Además, de igual modo, te casaste con Yanyang y formaste una familia.

—No es tan simple, Jimin.  Nuestro matrimonio fue sólo en el papel,  sabes que Jikook no es mi hijo biológico, escuchaste a Rose, Jikook es hijo de Tae.

—¿Cómo? —pregunté, sin dar crédito a lo que él me decía.

—Cuando Tae conoció a Yanyang se enamoró perdidamente de ella y poco a poco ella también se enamoró de él. Yo estaba feliz por ambos, pero Tae murió y ella  tenía dos meses de embarazo. Ella estaba sola y desamparada, así que la acogí,  y siguió viviendo conmigo hasta que Jikook nació. Cuando sus padres adoptivos la buscaron para pedirle dinero tomé la decisión de casarme con ella y así proteger al niño de futuros sobornos. Se lo debía a Tae, el siempre estuvo a mi lado cuando lo necesité. Jikook siempre me vio como a su padre y yo simplemente lo amé con todo mi corazón.

—Jamás voy a juzgar tus decisiones, Jungkook ¿Pero quién me asegura que no volverás a alejarme cuando surjan nuevos malentendidos? Incluso ahora tuviste tiempo de contármelo todo y no lo hiciste.

—Te lo iba a contar todo luego de que el peligro pasara. Ésa noche que estuvimos juntos una pequeña esperanza se abrió en mi corazón, intuía que todavía sentías algo, aunque dijiste que sólo era sexo. En el fondo yo sabía que no.

—Lo siento... pero ahora es tarde.

Las lágrimas empezaron a caer por el rostro de Jungkook  y también por el mío.

—¡Por favor! ¡Dame otra oportunidad! —Me rogó tomando mis manos.

—No soy capaz de hacerlo. Para eso debo perdonarte y perdonarme primero.

—¿Alguien te espera en EEUU? — preguntó.

—Sí, por eso debo volver —. Mentí.

Jungkook cayó de rodillas al piso y empezó a sollozar. Me arrodillé a su lado y lo abracé, él se aferró a mí empapando mi camisa con sus lágrimas.

Todo era mejor así,  yo estaba demasiado herido aún y así no podía hacerlo feliz.

Todo era mejor así,  yo estaba demasiado herido aún y así no podía hacerlo feliz

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