capítulo 3

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A la mañana siguiente aparecí en el departamento de Jungkook con mi bolso a cuestas.

No pude evitar ver la sonrisa de satisfacción en su rostro.

—Gracias.

—Finalmente es lo mejor. Por favor indícame mi habitación.

Noté a  Jungkook nervioso.

—La misma de antes.

Tragué saliva repetidas veces.

—¿Porqué? Ahora es el niño quien necesita protección.

—Jikook duerme en mi habitación.

Me rasqué la cabeza un poco avergonzado.

—¡Ah! Entiendo. Iré a dejar mis cosas.

—De acuerdo. Yo me voy a la empresa ahora, nos vemos por la noche. El niño aún duerme.

—Ok, nos vemos.

Lo miré por un instante, perdido en sus negros ojos, y luego reaccionando me fui a dejar mis cosas a la habitación.

La habitación estaba tal como la recordaba. Parecía que sólo instantes atrás había amado apasionadamente a Jungkook en esa cama.

Tantos recuerdos que creí olvidados en cosa de segundos estuvieron presentes en mi memoria.

La puerta de conexión con la habitación de Jungkook se abrió, apareciendo su hijo un poco adormilado todavía. Restregaba con una manito sus ojos y con la otra sujetando firme a su muñeco.

—Hola Jimin —me dijo con su aguda vocecita trepando a la cama para dejar sus piernecitas colgando de ella.

—Hola ¿Cómo estás?

—Con tuto. —Sonrió.

Era imposible no encariñarse con aquel mocoso.

—¿Dormirás aquí? —y golpeó con su mano la cama.

—Sí, ésta será mí habitación.

—¿Sabes? Papi algunas veces duerme aquí ¿Ahora ya no más? —me preguntó con sus ojitos curiosos .

¿Jungkook dormía aquí?

—Creo que no, ahora será mi cama.

—Ya entiendo. ¿Me acompañas a tomar mi leche?

No pude evitar reírme.

—Claro, vamos.

El niño estiró sus brazos hacia mí. Dudé unos segundos, pero luego lo cargué en mis brazos. Tenía un rico olor a vainilla. Abrazó mi cuello y me besó en la mejilla.

—Ahora eres amigo —me dijo acomodando a su juguete entre nosotros.

¡Que diablos! Ése pequeño ya me había robado el corazón.

Cuando bajamos,  Lette preparaba el desayuno.

Coloque a Jikook en su sillita y Lette le puso su jarrita de leche tibia,  para luego acercarme un tazón de café caliente.

—Gracias —le cerré un ojo.

—¿Cuál es la rutina del niño Lette?

—Después de su desayuno lo visto y juego un rato con él, luego Augusto lo lleva al jardín de infantes y regresan como a las cuatro de la tarde. Ahí duerme una siesta y luego juega hasta la hora de su cena. Después de eso, generalmente, el señor Jungkook ya está en casa y se encarga del niño.

—Ok, de hoy en adelante yo llevo al niño a su jardín. No pueden entrar extraños al departamento sin mi autorización.

—Sí, señor —respondió Lette.

El guardaespaldas 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora