Temo
Agarré una botella de whisky escandalosamente cara del bar de mi padre, y guié a Ari a través de los cuerpos sudorosos y borrachos hacia el dormitorio que usaba cuando me quedaba en esta casa. Yo no estaba aquí lo suficiente, o más bien mi padre no estaba aquí lo suficiente, para que yo tuviera un lugar designado en su casa, pero yo había requisado una de las enormes suites en la parte de atrás de la casa hacía años. Nadie miraba la habitación decorada profesionalmente y creería que un adolescente la llamaba suya, pero las ventanas desde el suelo al techo daban a las montañas y estaba lo suficientemente lejos del resto de la casa como para tener la privacidad que yo necesitaba. Así que no me quejé de que pareciera de una revista, en vez de un dormitorio real.
Usé mis dientes para abrir la botella porque me negué a soltar la mano de Ari. Tenía miedo de que si lo dejaba ir, el brillo seductor de su mirada se apagara y fuera reemplazado por la siempre presente chispa de miedo que a veces sentía cuando me miraba. No tenía ni idea de lo que lo tenía listo para desnudarse conmigo, pero no era el tipo de persona que desperdiciaba cualquier oportunidad que pusiera exactamente lo que yo quería en mi camino. Tomé un trago del licor suave y ahumado y luché contra la tos que me quemaba la garganta. Fue demasiado, demasiado rápido. Estaba seguro de que cualquiera que mirara desde fuera diría lo mismo de mí y de Ari.
Le apreté la mano mientras encendía las luces para iluminar la habitación. Dio un silbido bajo cuando vio la vista. Me quitó de buena gana la botella de licor mientras liberaba mis manos para que pudiera quitarme la camisa por la cabeza.
—¿Qué estabas haciendo con Ben cuando entré? —No conocía muy bien al jugador de béisbol, pero estaba bastante seguro de que no había una razón para que él y Ari tuvieran una charla sincera cuando se suponía que el chico lindo, tatuado y malo estaba disfrutando de su fiesta de cumpleaños.
Me di la vuelta y encontré a dicho chico bonito mirándome con la mandíbula floja y los ojos muy abiertos. Sabía que me veía bien sin ropa. Trabajé duro para asegurarme de que ese fuera el caso, pero nunca me había sentido tan gratificado por una respuesta como lo estaba por la suya. Me gustaba que me mirara como si yo fuera lo mejor que había visto. Tomé el whisky y puse un dedo en el aire frente a él, indicando que era su turno de perder algo de ropa.
Respondió quitándose la chaqueta de cuero y levantando una mano para sacarse la camiseta por la cabeza con una mano en el cuello trasero. Era un movimiento sexy y practicado que me tenía mordiéndome la punta de la lengua.
—Ben y Zac son como el aceite y el agua. No se mezclan bien y estaban a punto de pelearse en la sala de estar. Joaquín no quería que destrozaran tu casa, así que me pidió que le ayudara a separarlos. Le estaba diciendo a Ben que necesitaba darle un respiro a Zac si planea sobrevivir el resto del año. —Me pidió que le devolviera la botella y se la entregué con una ceja levantada. No lo quería tan borracho que olvidara dónde estaba o con quién estaba. Afortunadamente, sólo bebió el caro licor antes de encontrar una superficie plana para colocar la botella. Sus manos alcanzaron mi cintura, sus dedos saltando sobre mi cinturón—. Joaquín cree que quieren acostarse él uno con el otro, pero no lo admiten.
Suspiré y alargué la mano para seguir el rastro del pájaro entintado en el costado de su cuello con mi dedo índice mientras empezaba a tirar de mi hebilla.
—Joaquín deja que su pene piense por él. Cree que todo el mundo quiere follar.
Ari se rio, y el sonido cálido y alegre me retorció las tripas y me obligó a respirar con dificultad y excitación.
—Sí, pero también es sorprendentemente perceptivo y sabe más de la gente de lo que dice. Es por eso que es un maestro manipulador. —El cinturón se desprendió de mis pantalones con un deslizamiento y el sonido de mi cremallera siendo bajada fue obscenamente fuerte en el cuarto silencioso.
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the prep | aristemo.
Fanfiction[ADAPTACIÓN] En este instituto de élite... aislado en lo alto de las montañas... sólo hay chicos.