(2) La soledad viaja de a dos

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En Jonia el frío no era ni de cerca como el que sentía ahora. Aún faltaban horas para entrar a las aguas de territorio Noxiano y aún así Kayn lamentaba no haber llevado un abrigo con él. 

Había sido insensato. Con solo escuchar la frase "Kuma sigue viva" se había echado a correr con tanta prisa que ni siquiera indagó más sobre el asunto. No tenía idea de dónde podía estar, ni en que condiciones más allá de las heridas físicas. Se sintió idiota al pensar sobre su reacción, si quería ser eficiente debía tener más información antes de saltar a una pelea y ese es justamente el paso que omitió.

Se rió con fuerza al notar sus pensamientos y se llevó una mano a la frente con fastidio. —No es excusa para fallar...—, sentenció convenciendose a si mismo. Se inclinó observando el punto de división de las aguas por la proa y se apoyó en la barandilla pensando en voz alta. —Aún con mis habilidades tardaría semanas en barrer el continente completo—.

—E-Entonces es bueno que seamos dos, ¿no?—

Kayn volteó rápido al escuchar la voz. A su espalda estaba Worm, levemente intimidado por su presencia pero lo suficientemente confiado para interrumpir sus pensamientos.

—¿Tú?—, El pelinegro enarcó una ceja y el muchacho sonrió levantando una mano para saludar, mas el sombrío apuntó su guadaña al cuello tan rápido que solo pudo tragar saliva. —¿Qué mierda haces aquí?—

—¡Quería impresionarte!—, habló Worm rápido. —Quería mostrarte que soy digno de que me entrenes infiltrandome a la Orden sin su autorización—.

—¿Y crees qué con eso ibas a impresionarme de algo?—

Worm sudó. —No, no en realidad—. Kayn acercó más su filo al cuello. —¡Pero! Si le quitaba el yelmo a tu líder conseguiría llamar tu atención ¿no?—

—¿Por que la mía?—

—Kuma nos contó que en una ocasión escondiste el yelmo de Zed para llamar su atención...—.

Kayn frunció el ceño —Eso no responder mi pregunta—.

—¡No podría robarte nada a tí! ¡Quiero impresionarte, no molestarte!—. Worm tragó saliva y respiró profundo. —Cuando entré al templo vi a Yusari llamar a Zed y por la prisa de ambos supe que algo grande estaba pasando. Iba a aprovechar ese momento para tomar la dichosa armadura, hasta que cuando pasé por la puerta escuché a Khaara mencionar lo de Kuma y... ni siquiera llegue a esconderme, pero no notaron mi presencia por la conmoción y solo me apresure a seguirlos—.

Kayn retiró poco a poco el filo del cuello del menor y se dió la vuelta observando nuevamente el mar. —Y de todas las cosas que me molestaría... Elegiste la peor—.

Worm se acercó a su lado con cautela. —Pero... te impresioné, ¿no?— Kayn bufó. —Por favor, podríamos hacer esto más rápido si somos dos...—

—Me infiltraré en continente enemigo y robaré de quien sabe donde a una mujer que tenía un título importante y que secuestraron de nuestro lado quien sabe para qué—, habló Kayn. —Es una misión peligrosa que solo yo estoy capacitado para cumplir—.

Worm suspiró profundo. —No tengo mucho que perder realmente—.

Kayn apenas lo miró. —¿Por qué te importa tanto?—

—¿Qué "por qué"?— Miró el mismo punto que el pelilargo observaba y enseguida sintió la calma que transmitía saber que algo incluso tan magnífico y poderoso como era el océano podría domarse con las herramientas adecuadas. Relacionó esa analogía directamente con el sombrío, sabía que era de carácter explosivo, pero con paciencia podría abordarlo para que lo viera como algo más que un estorbo. —Perdí a mi familia hace bastante tiempo, pero Kuma me recuerda a mi hermana mayor—, confesó. —No quiero perderla dos veces—.

Muere por las Sombras [Temporada Final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora